Tema escabroso, olvidado durante cinco meses en los que nada se puede hacer al respecto –y al que acabamos acostumbrándonos- pero del que todos hablan en la época en la que entra en vigor o “sale del aire”.

Para que no se les olvide que este domingo termina lo que algunos consideran una tortura para sus horas de sueño, les traemos lo que disfrutamos y lo que no del horario de verano.

Pros

Luz al salir de la oficina

Todos los Godínez que trabajamos de 9 a 7 disfrutamos abandonar la oficina y aún percibir los últimos rayos del sol que iluminan la atmósfera terrestre. A poco no les pasa que eso los anima a darse el gusto de una cena, o ir al cine, o incluso refrescarse con unas cervecitas aunque no sea viernes. A nosotros sí.

Ganas de hacer ejercicio

No pueden negar que percibir la luz del sol más horas por la tarde les da energía. Muchos deportistas aseguran que cumplir con sus rutinas de entrenamiento les resulta mucho más fácil cuando está vigente el horario de verano, que cuando no lo está.

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