Establece un presupuesto

Recuerda que para toda clase de compras hay que ser inteligentes. No por verte espléndido con tus amigos o familiares es válido gastar cantidades exhorbitantes de dinero y empezar el año sin ahorros. Establece una cantidad de dinero destinada al total de tus regalos, y divídela entre el número de personas que debes dar regalo. Si el resultado es un número pequeño, ve la posibilidad de juntarte con tus hermanos o amigos en común, para entre todos comprar un regalo más padre del que podrías dar tú solo. Ten esto en cuenta: el regalo perfecto no es sólo el que le va a encantar a su destinatario, también es el que no te va a dejar la cartera vacía.

Investiga

Eso de “el detalle es lo que cuenta”, o “todo lo que nos regales nos gusta” es una mentira enorme. Investiga qué clase de cosas le gustan a la persona que le tienes que regalar. No necesariamente deben ser cosas caras, sólo es cosa de aplicarse y pensar un poco. Por ejemplo, si tu novia es fan de los spas pero no tienes dinero para llevarla a uno, puedes regalarle un kit casero de relajación, que será mucho más barato, pero tiene el mismo propósito que un spa.

“Hágalo usted mismo”

Con algo de habilidad manual se pueden hacer regalos bonitos, personalizados, y de bajo costo. Es hora de poner en práctica las enseñanzas de los sitios D.I.Y que has visto alguna vez en la vida. Hay desde proyectos muy sencillos, hasta cosas dignas de considerarse artesanías. Si la habilidad manual no es lo tuyo, ignora este consejo. A veces es mejor gastar en algo bien hecho que ahorrar con un regalito improvisado.

No subestimes la comida

Para personas no muy cercanas, de esas a las que más bien les tienes que regalar algo por compromiso, es válido hacer regalos más sencillos, como una botella de vino o unos chocolates finos (ojo: no finos tipo Fauchon que te van a salir carisisísimos, eso ya es ser farol y es un gasto innecesario). A fin de cuentas, muy poca gente no ama la comida.

Sé inteligente con quien te conviene

Hablando de regalos por compromiso, hay ciertas personas con las que tenemos que quedar bien, ya sea por razones laborales, o por otra clase de relaciones. En estos casos, no es tan buena idea regalar cosas bebibles o comestibles. ¿Por qué? A esas personas les regalamos porque queremos que nos tengan presentes. Una botella de vino se acaba, igual que un pastel. Un dije, o una corbata, en cambio, no. Es más: cada vez que las usen se acordarán de ti.

Regala libros

En caso de duda, la mejor opción siempre es un libro. Incluso si es para alguien que no lee regularmente, si logramos encontrar el tema apropiado, o sea, algo que le encante a la otra persona, siempre será una de las mejores opciones. Hay libros de todo tipo y de muchos tamaños, con dibujos, sin dibujos… en fin, está muy difícil no encontrar nada digno de regalo. Además, no queremos que a nadie más le pase lo que a Peña Nieto…

Regala tarjetitas

Y no, no hablamos de tarjetas cursis con Santa Closes gorditos en la portada deseándote unas felices fiestas. Qué aburrido. Hablamos de tarjetas para comprar música, vales de regalos de diversas tiendas, y cosas de ese tipo. Son una buena opción cuando no tienes mucha idea de qué regalar.