Por increíble que parezca, estar embarazada es la principal causa por la que las chilangas son discriminadas: las despiden. Son estadísticas del Consejo para Prevenir la Discriminación (Copred) del 2016, entre las que destaca que 63% de las denuncias fueron hechas por mujeres.

La presidenta del Copred, Jacqueline L’Hoist, dio a conocer que el año pasado 32 por ciento de las mil 200 quejas atendidas fueron de mujeres que las despidieron por su embarazo, 10.7 por ciento estuvieron relacionadas a su condición de salud y 9.92 por alguna discapacidad. En la delegación Cuauhtémoc es donde ocurre el mayor número de los casos.

Según L’Hoist, que las mujeres denuncien «indica que ellas están cada vez más informadas sobre sus derechos y lo que deben hacer».

Hay que recordar que el Artículo 5 de la Ley para Prevenir y Eliminar la Discriminación en la Ciudad de México prohíbe cualquier forma de discriminación por razón de su origen étnico, nacionalidad, raza, lengua, sexo y género, entre otras. Despedirlas por estar embarazadas es incurrir en doble falta: despido injustificado y delito por discriminación.

El derecho al trabajo es el más vulnerado por los actos de discriminación —explicó— y consideró que siempre ha existido el despido por causas de la maternidad.

En el Día Internacional de las Mujeres, L’Hoist señaló que se trata de una conducta arraigada socialmente, pero ningún contratista puede despedir a una mujer bajo ese argumento porque es totalmente injustificado. «Tenemos que cambiar es mirada y dejar de pensar que las mujeres embarazadas son una lata para las empresas».