Ok, hay que aceptarlo, desgraciadamente en nuestro país no tenemos una plena confianza en loscuerpos policíacos… Entendemos completamente el miedo que alguien siente cuando un "pareja"lo detiene. Lo que no llegamos a comprender es que –a pesar de que una persona esté rodeada y protegida por los medios de comunicación, por los que muchos también deben sentir fobia– uno se ponga a gritar y lloriquear –cualestudiante de secundaria justo antes deentregarle la boleta de calificaciones a su santa madre– ante la presencia de estainofensivaautoridad.

Su frase para laposteridad…
¡Tengo miedo, tengo miedo,tengo miedo!