Guillermo GonzálezLangarica mejor conocido –en el mundo real y el cibernético– como el Canaca(apodo que obtuvo gracias a que se presentó como el hijo del adinerado dueño de la CANACA: Centrales de Abastos de la República Mexicana) nosenseñó que cualquier borracho, por más común y corriente que parezca, puede seren realidad el hijo de un empresario millonario. Lo chistoso es que él actuó como siempre nos han enseñado: evitando dar el gatazo: vistiendo y comportándose para despistar al enemigo.

Su frase para laposteridad
Me amarraron cómo ¡PUERCO!
Le salió desde el fondo de su corazón.

Desgraciadamente en el 2008 DonGuillermo murió al ser atropellado por una mujer qué irónicamente iba manejandoen estado de ebriedad y, aún más irónico, cuando sucedió el incidente él estabasobrio.

¿De qué otros borrachales se acuerdan?