Debido a que no hay examen de manejo desde hace unos años a la fecha, cualquiera en el DF puede obtener una licencia para conducir y ser un peligro al volante.

Desde hace muchos meses, autoridades capitalinas han querido volver a instaurar el examen de conducir como requisito obligatorio para poder obtener una licencia, pero lo han pospuesto y la última vez dijeron que podría concretarse hasta 2014. Pero mientras son peras o manzanas, nosotros queremos proponerle a la Setravi, cómo debería ser una buena prueba para obtener tu permiso para manejar en territorio chilango.

Manejar y tuitear, facebookear o whatsappear al mismo tiempo

Según autoridades chilangas, durante 2012, uno de cada cinco accidentes viales se produjo porque el chofer se distrajo al ir escribiendo algún tipo de mensaje en su celuloide. Por ello, una de las pruebas obligadas en nuestro examen de manejo sería conducir y mantener una conversación importante a través de nuestro smartphone. No debería representar ningún problema porque ya estamos curtidos en estas lides. ¿A quién no le han pitado los autos de atrás porque en un semáforo se quedó tuiteando y no vio la luz verde?

Otro dato: mandar un mensaje te quita de 3 a 5 segundos de atención que a una velocidad normal en el DF es distraerse en una distancia de 50 a 70 metros.

Una pista llena de baches, coladeras destapadas, carriles obstruidos por obras, etc, etc.

Vivimos en una ciudad en cuyas calles de la noche a la mañana aparecen baches del tamaño de una alberca. Lo mismo encuentras una coladera destapada o resulta que se les olvidó poner drenaje y el carril de extrema derecha está bloqueado porque están abriendo una zanja.

Todas estas pruebas tendrán que estar en la pista donde hagamos la parte práctica de nuestro examen. Sumaremos puntos por esquivar los baches y las coladeras, lo mismo si no derribamos ningún fantasma o señal de plástico del pavimento.

Manejo defensivo contra microbuseros, camionetas de valores, materialistas, basureros, verduleros y traileros

En un mundo chilango ideal sólo hay gente civilizada manejando su auto, que le cede el paso a los demás vehículos porque todo es armonía y felicidad mientras escuchan música clásica. No hay gordos, todos somos rubios y atléticos en un Mercedes Benz. Pero sólo en el ideal. En la realidad, nos topamos con microbuseros que ya nos cerraron el paso en nuestro propio carril, que se detienen en tercera fila a bajar el pasaje o con camionetas de valores que creen que son los dueños de la calle y que todos les debemos dar el paso.

Lo mismo ocurre con los camiones de materiales, de la basura, comerciantes y traileros. Manejan a altas velocidades y maniobran entre carriles como si trajeran un auto deportivo. A todos estos obstáculos nos tendríamos que enfrentar en nuestro examen de manejo chilango y sólo si salimos ilesos podríamos obtener nuestra licencia.

En las mujeres, el maquillaje

Aunque creemos en la igualdad, las mujeres deberían tener una prueba adicional. Ésta sería manejar en la pista hasta quedar completamente bien maquilladas. Sin que el rimel se les corra, el lápiz labial perfectamente bien colocado en las comisuras y contornos de los labios, las pestañas enchinadas con cuchara y por qué no, hasta las uñas bien pintadas y con secado automático a través del quemacocos. También, deberán manejar con tacones. Habrá puntos extra si durante la prueba, en los semáforos en rojo, identifican a otros choferes sacándose los mocos.

Conducción bajo los efectos del alcohol

Aunque estemos en contra de manejar con unas copas encima, debemos reconocer que ésta es una práctica más que recurrente en los chilangos. Si no, pregúntenle a los miles de paisanos defeños que han pasado por el Torito, pero más a los que lo han librado a pesar de llevar sus chelas encima. Proponemos que la Setravi ofrezca mimosas o vasos de rompope, no más de tres por aspirante a la licencia de manejo, para que demuestre sus habilidades al volante.

Histéricos al volante

Para que la prueba de manejo sea lo más apegada a la realidad, proponemos a la Setravi que en cierto momento haya un segundo vehículo detrás de nosotros. El histérico(a) que lleva prisa y que empieza a tocar el claxon como loco(a) y que trata de rebasarnos por la derecha, que se nos cierra, y que hasta nos recuerda a nuestra santa progenitora. En algún momento, este energúmeno(a) podría bajarse de su auto a buscar pelea. Así, la Setravi podría medir nuestra serenidad y estómago de hierro ante situaciones de presión. También podríamos toparnos con su contraparte: los que manejan como abuelitos y que no dejan que los rebasemos, ahí también se podrá medir nuestra paciencia.

Prueba contra el tiempo

Así como en el Tour de Francia hay una prueba que se llama “contrarreloj”, en el examen de manejo chilango, debería haber una parecida. Donde se simule que te quedaste dormido 5 minutos más, que en realidad fueron media hora y que por lo tanto, deberás recorrer en 20 minutos una distancia que por lo general cubres en 45 para llegar a tiempo al trabajo. En ella mostrarás tus dotes de piloto, deberás rebasar vehículos, tomar atajos, ir a la máxima velocidad permitida pero eso sí, sin faltar a ningún punto del reglamento de tránsito. Será una prueba definitiva para obtener tu carnet de conducir.

¿Qué otras pruebas para el examen de manejo chilango se les ocurren?