La selecciónSub-17 y muchísimos fanáticos llenaron Reforma para celebrar el triunfo que estos muchachitos obtuvieron este domingo, cuando vencieron a la selección de Uruguay.
Sobre un Turibús –con el corazón hinchado por el triunfo, medallas en el cuello y elBalón de Oro en las manos yun delantero descalabrado (Julio Gómez)–, los campeonesdesfilaron hasta llegar al Ángel de la Independencia.
"¡Olé, olé, olé!", gritos de triunfo, cláxones y trompetas fue lo que losfutbolistas escucharon a su paso para comprobar que, siempre que hay un triunfo mexicano, la felicidad está en el Ángel.