Aunque habían calculado que se tardarían tres días, la avenida Eduardo Molina ya fue reabierta luego de que las lluvias hicieran de las suyas y provocaran un hundimiento entre Oriente 157 y San Juan de Aragón, en la Gustavo A. Madero.

Se tardaron, según dijo el Gobierno, 24 horas en reparar el tubo de agua potable -de seis pulgadas de diámetro- que tuvo una fractura al reblandecerse el terreno. Además, repavimentaron 45 metros cuadrados.

Ya sólo falta que la delegación repare los cuatro metros de banqueta que tuvieron que ser demolidos para arreglar el tubo dañado, que lo planea hacer la madrugada del lunes, y que pinten otra vez el balizamiento para distinguir los cuatro carriles (el exclusivo de Metrobús, dos de uso para los automóviles y el de la ciclopista) de la vialidad, en sentido sur-norte.

Durante la madrugada de este lunes, cuadrillas de la AGU realizarán las tareas de balizamiento para restablecer la separación de los cuatro carriles

Esto quiere decir que desde hoy se reabrió el paso de los coches, dirección norte-sur—de San Lázaro a Avenida de los Remedios—. Además  el servicio de la Línea 5 del Metrobús inició sus recorridos de manera habitual por el carril confinado.