Sangre, gruñidos, llagas profundísimas, camisas y pantalones desgarrados, ojos fuera de sus órbitas, ojeras marca diablo, esqueletos y mucha hambre de cerebros se adueñaron este fin de semana de la ciudad…

Zombies bebés, niños zombies, papás, mamás y hasta abuelos zombies llenaron la ruta Revolución-Zócalo en donde este sábado se arrastraron para hacernos saber que ahí están. Y debemos temerles.

Hubo desde el cilindrero zombie y el revolucionario zombie, hasta elCharles Chaplin zombie y el Wolverine zombie. Todos ellos perfectamente maquillados y caracterizados hasta la garganta para arrojar sus mejores gruñidos de muerte.

Se llegaron a reunir nueve mil, antes -claro- de que decidieran que estaba padre comerse entre ellos. Necesitaban energía. Habían caminado mucho.

Que levante la mano quien se arrepienta de no haber ido al zombie walk México. Si se lo perdieron, aquí les dejamos las fotos.