Recientemente, algunos operadores de viajes y hasta algunas autoridades locales relacionadas con el turismo han dicho que les gustaría que la Ciudad de México fuera una de las capitales más importantes del mudo, algo así como “el Nueva York de América Latina”.

En la teoría, la idea no suena tan descabellada, ya que la Ciudad de México cuenta con hoteles, restaurantes, museos y comercios de gran nivel aunque al hacer un comparativo más detallado, pareciera que las diferencias se agrandan.

Para no dejar lugar a dudas, tomamos cinco ejemplos para comparar a NY y el DF, sólo como mero ejercicio para que ustedes saquen sus conclusiones. A ver quién gana.

Grand Central vs Metro Pantitlán

La Grand Central Terminal es uno de los lugares más visitados de Nueva York, inclusive aparece en decenas de películas, desde Tiempos Modernosde Chaplin hasta Madagascar, pasando por The Avengersy por Los Intocablesde Brian de Palma, donde presenta aquella memorable escena tributo a “El Acorazado Potemkin” donde una carriola cae por las escaleras.

En sus 44 andenes y 67 vías confluyen varias líneas del Metro, tren y autobús que mueven diariamente a más de 100 mil personas y recibe unos 500 mil turistas y visitantes al día en su área comercial y en su hall (o sala de espera), cuya arquitectura es una de las más bellas de Estados Unidos.

En la Ciudad de México, su similar podría ser el Metro Pantitlán, que es la estación en la que confluyen las líneas 1, 5, 9 y A y que es la que más usuarios recibe, con más de 120 millones al año.

Solamente entre abril y junio de este año, el Metro Pantitlán ha visto pasar a 31 millones 800 mil personas, es decir, unas 350 mil diarias. Quizá la diferencia más dramática con Grand Central, además de su escueta (o más bien muy fea) arquitectura, es que aquí no vienen turistas a conocerla.

MOMA vs MUAC

Los cambios sociales que vivió México en el siglo 20 hicieron que el arte tuviera una especie de división diferente a las tendencias del mundo, por lo que, durante muchos años, el “arte moderno” nacional se quedó hasta la obra de los grandes muralistas y sus cuates, prácticamente sin aceptar nada que no fuera Frida o Tamayo.

Sin embargo, en 2008 se inauguró en la Ciudad Universitaria de la UNAM el primer recinto dedicado al arte mexicano de la segunda mitad del siglo 20 en adelante: el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), cuya colección de unas 20 mil piezas reúne obras creadas desde 1952 a la fecha. En 2013, también abrió el Museo Jumex, dedicado a las expresiones más recientes del arte nacional e internacional, con lo que, al fin, la Ciudad de México se puso al día en su oferta de museos.

Pero Nueva York cuenta, desde 1929, con el primer museo dedicado a la era moderna, el Museo de Arte Moderno (MoMA), que reúne desde piezas de artistas como Picasso o Dalí, hasta el mismísimo código fuente de videojuegos como PacMan o Tetris.

EL MoMA reúne salas de pintura, escultura, arquitectura, diseño, fotografía, medios audiovisuales e inclusive expresiones como el performance, lo que lo convierte también en uno de los más diversos del mundo, por lo que al visitarlo se puede encontrar también un auto o un helicóptero.

Williamsburg vs Roma-Condesa

Para llegar de Manhattan a Brooklyn hay que cruzar un puente (bueno, en Metro también llegas), pero sigues estando e Nueva York (como ir a Satélite, aunque haya quien diga que no, pero también los satelucos tienen algo de chilangos); ahí, está el barrio de Williamsburg, que en los 70, 80 y 90 era una zona de fábricas, mafias, drogas y todos los clichés que había en las películas de la época.

Pero en los últimos años pasó de ser una zona de bodegas y de inmigrantes a ser un barrio bohemio, con galerías, bares y música que, para muchos, es la cuna de los que hoy se conocen como “hipsters”.

En el DF, el barrio donde hoy habitan y hasta se reproducen los hipsters es el llamado Roma-Condesa, en donde a mediados de la década de los 80 y buena parte de los 90 nadie quería vivir, especialmente porque muchos de sus habitantes salieron de ahí tras el terremoto de 1985.

En los últimos 15 años, la zona de las colonias Roma y Condesa pasó de ser una zona residencial de construcciones viejas a una zona con gran actividad comercial, además de que los precios de sus viviendas y restaurantes se elevaron para expulsar poco a poco a sus habitantes originales y así recibir a un nuevo sector de la población con mayor poder adquisitivo.

En esto último, Williamsburg y la Roma-Condesa se parecen mucho.

Trump vs Slim

El millonario Donald Trump, el mismo que ahora quiere ser candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos y que se aventó un tiro con el periodista Jorge Ramos en una conferencia de prensa, tiene un edificio de 58 pisos con su nombre en la Quinta Avenida (la Trump Tower), que durante años fue el símbolo del imperio que levantó tras recuperarse de la quiebra en la que calló por allá de los años 90 y que es uno de los símbolos de Nueva York.

También tiene otro rascacielos, el Trump Building, de 70 pisos, localizado en pleno Wall Street (el distrito financiero) y que fue construido en 1930, pero él se lo compró por ahí de 1995. En realidad, tiene varios edificios por la ciudad, como un lujoso hotel localizado frente a Central Park, por lo que al recorrer Nueva York puede verse la mano de este aficionado a los peluquines.

Aunque Trump es famoso por su fortuna, lo cierto es que sus millones no le llegan a los del mexicano Carlos Slim, quien en el paisaje de la Ciudad de México también empieza a dejar su huella y prefiere bautizar sus desarrollos con el nombre de sus empresas en vez de usar su apellido.

Así, el conjunto de Plaza Carso, con sus torres y el emblemático Museo Soumaya, le cambió la fisonomía a una zona de la Ciudad de México que pocos veían atractiva hace unas décadas, ya que ahí ya se había acabado Polanco y empezaba el sector de fábricas en lo que prácticamente era la frontera del DF.

Slim también ha puesto parte de su dinero para revitalizar importantes lugares de la capital, como la Torre Latinoamericana, y cooperó con el gobierno local para remozar el Centro Histórico.

NFL vs Liga MX

Los deportes más populares de Estados Unidos tienen importantes representantes en Nueva York, como los Jets y los Giants en futbol americano, los Yankees y los Mets en beisbol, así como los Knicks y los Nets en basquetbol. También tienen dos equipos de futbol en la MLS: los Red Bulls (donde jugaba Rafa Márquez) y el New York City.

Sin embargo, nunca ha sido sede de unos Juegos Olímpicos de verano y apenas en 2014 fue sede por primera vez de un Super Bowl; en 1994, fue sede del Mundial de la FIFA, y en el estadio de los Gigantes México quedó fuera en penales (raro) ante la selección de Bulgaria, en el famoso partido en el que el entonces Director Técnico del Tri, Miguel Mejía Barón, no quiso meter de cambio a Hugo Sánchez.

En la Ciudad de México, en el Estadio Azteca se han jugado dos partidos inaugurales y dos finales de Copa del Mundo, además de que en el Mundial del 86 México dejó fuera a Bulgaria en cuartos de final para jugar, por única vez en la historia, el anhelado “quinto partido”.

El deporte más popular en México es el futbol, y en el DF hay tres clubes de Primera División: el América, el Cruz Azul y los Pumas. Este último club, juega en el Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria, el cual fue sede de los Juegos Olímpicos de México 1968.

En ese mismo estadio juegan el equipo de futbol americano de la UNAM, que participa en la liga estudiantil nacional. Y en la Ciudad de México también hay beisbol profesional, con los Diablos Rojos, uno de los equipos con más historia en este deporte en el País.

Central Park y Chapultepec podrían ser parecidos, pero ¿qué otras cosas no tan obvias son similares?

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