Empecemos por decir que Miguel Sacal no es una especie nueva de chilango: este señor, al que algunos científicos quieren clasificar como ‘gentleman de las Lomas’ (clasificación que a nuestro gusto no le queda ni de broma, por lo que le pondremos una pseudocientífica, mercantus influentae), pertenece a un género con un historial documentado en México desde la época de Vasco de Quiroga. Desde entonces sabemos que sus ejemplares no han sufrido merma poblacional porque, básicamente, se encuentran protegidos y han desarrollado un sistema inmunológico avanzado, que aquí clasificaremos como amparus leguleyos.

Lo que te proponemos es aprender a identificar a este depredador voraz para no ser víctima de sus ataques. Ya sabemos que en algún momento entre ayer y hoy seguro dijiste ‘yo si le hubiera dado’, pero quizá no conoces las infalibles tácticas que han hecho que subsista y se reproduzca. Es más, en una de esas, su gen está latente en ti (si después de leer esto se te sale una frase como ‘esto está bien gato’, preocúpate).

Palabras comodín

Esta subespecie se caracteriza por el uso de algunos términos que pueden significar muchas cosas, como ‘gato’. Si revisas el video, todo empieza con el gato y se pone intenso cuando vuelve a aparecer el término ‘gato’, pero con otro significado (curiosamente, nada relacionado con los felinos). Para defenderte de un ataque, paradójicamente, puedes recurrir a otro gato: ‘un gatomaaa’, frase que adornará tu curiosa huída, porque puede recurrir a…

Sus ‘gatos’

Ok, él los llama así, pero en realidad funcionan como su sistema inmunológico: cualquier amago de ataque será repelido con furia, paradójicamente, canina. Es fácil reconocerlos: usan trajes de telas brillosas, lentes oscuros, gel y adoptan una postura corporal que aprendieron en una de las películas de Rambo y reafirmaron viendo las de Valentín Trujillo (obvio la postura de los enemigos de Valentín: él nunca le haría daño a la humanidad).

Uso de sus conocimientos sobre fauna ranchera

Esta especie se caracteriza por una escala social que empieza de los machos cabríos hacia arriba, por lo que verán en cualquier persona que perciban inferior a un ‘cabrón’. Y así se dirigirán a él, sobre todo cuando encuentran la posibilidad de hacerlo barbacoa a puro trancazo.

Profusión de imperativos

Una de cada tres palabras de esta subespecie sirve para dar órdenes. Su éxito en la escala mercantil los hace asumir que sus comandos serán seguidos, aunque impliquen un atentado contra la realidad o el sentido común. Por supuesto, cualquier duda en la respuesta es motivo de una acción punitiva (casi siempre va antecedida por una expresión comodín, como gato).

4463-https://www.youtube.com/watch?v=uyy97AAwfQk&feature=youtu.be

Uso de símbolos de poder

Si un ejemplar de esta especie lleva un saco en la mano y va a usar su ‘Porche’, quiere decir que está relajado. Si abandona ostentosa y súbitamente el saco y el celular y se olvida del ‘Porche’, quiere decir que ha pasado a la modalidad de dominio. En este momento, si hay indicios de que te considera inferior, aplica lo que aprendiste en la tele: aléjate y cuéntaselo a quien más confianza le tengas. A menos que tengas un tío dentista y le quieras llevar chamba.

Confianza en las fuerzas supremas

No, no hablamos de deidades. Hablamos de que a pesar de que la carrocería tenga indicios de que ya fue usada para competencias en terracería, el ejemplar de esta subespecie siempre asumirá que funciona como deportivo que paga tenencia y cree que tiene el torque suficiente como para cualquier arrancón (oops era científica la explicación, no tecnológica. Perdón).

Uso de frases originalísimas…

…como ‘no sabes con quién te metes’, que es tan profunda, poética y simbólica que debería incluirse en la Constitución para suplantar la vieja y hoy vacía ‘inmunidad’. Esto sería un merecido homenaje para los héroes de esta especie que nos han dado este tipo de patria… o para los jueces que les brindan su ‘amistad’ incondicional.

Capacidad asombrosa para determinar el genotipo

Un ejemplar de esta especie reconoce a un ‘indio’ más rápido que Cristóbal Colón a bordo de una carabela. Y rápidamente emite su dictamen: ‘pinche indio’. Considérate afortunado si no te cobra después de tan sesuda conclusión (con eso de que los indios estamos en peligro de extinción en este país…)

Línea directa con entidades superiores

La subespecie en cuestión, siempre sacará su celular para hablar con una entidad superior a la que le hará otro escándalo para acusar cualquier asomo de insurrección (los científicos que hacen las pruebas denominadas alcoholímetro pueden dar testimonio de ello). A pesar de que parecen descargar su furia en el teléfono, harías mejor en prepararte porque se avecina otro ataque porque ellos son…

Gente de acción

Siempre agitarán las manos, elevarán la voz y, como en el caso que nos ocupa, harán silogismos que ni Aristóteles podría desentrañar: ‘Me lo estoy madreando para que veas que no hacen lo que yo les pido’. Obviamente, al usar el verbo ‘ver’ se confirma el punto anterior: está hablando con una entidad superior (a ver, explica cómo puede ver el del otro lado de la línea sin estar presente).

Humildad suprema

Esta especie reconocerá cualquier error públicamente y dirá que se someterá a tratamiento psicológico siempre que cometa un lamentable error. Con una condición: que haya presión de millones de personas, porque de otra forma, ‘se la pelamos’.

Si descubres cualquiera de estas actitudes en ti mismo, dirígete a las autoridades judiciales más cercanas: ellas sabrán hacerte un diagnóstico y la mejor forma de amparar tu inmunidad.