No es ninguna novedad que muchas personas odien la navidad. Por “x” o por “y”, pero ésta es su temporada pesadilla. Entendemos los diferentes motivos que los llevaron a odiar todo sobre aquello que les recuerda el Polo Norte, pero hay muchas más que nos parecen grincherismo puro y absurdo.

Analicemos las razones más ridículas para odiarla:

1- Los centros comerciales se llenan mal

A ver, estos lugares siempre han sido una pesadilla: espacios de consumo para familias enajenadas, jamás han sido algo mágico. La Navidad no es la culpable. Los domingos hasta el perico acompaña a las familias más numerosas que caminan lento y no dejan pasar.

2- Es un desperdicio de dinero

Tal vez tengan razón, pero si la vida se tratara de ahorrar y hacer conciencia sobre cada peso que gastamos, la dicha de derrochar no existiría. Somos humanos, se vale hacer tonterías y gastar nuestro dinero en lo que queramos. Adquirir deudas es una pésima idea y el culpable de la presión social no son los demás, sino uno mismo.

3- Exige demasiado

Eso depende de la educación que hayan recibido o de la que le den a sus hijos. Nadie aspira ni exige lo que no le han enseñado… es un hecho. El panzón de barba no tiene la culpa. Deberían cambiar esa mentalidad y cambiar por una actitud más fiestera y alivianada. Siempre cae mejor quien sabe disfrutar que el grinch maligno.

4- ¿Dónde está el amor, la paz y la felicidad?

La respuesta, por ridícula que suene, está dentro de ustedes mismos. La vida se vive dependiendo del cristal con que se mire. ¿Por qué intensear tanto?, ¿por qué odiar tanto la Navidad si les vale? Véanla como un oportunidad para descansar, comer rico, sonreír y estar cerca de quienes siempre han amado. Nada de falsedades, ni expresiones exageradas. Sólo déjense llevar.

5- Cada quien habla según como le fue en la feria

Una cosa muy cierta es que nadie tiene la culpa de tus traumas. Tu odio por la navidad es sólo tuyo. Odiar lo que los demás aman es egoísmo y envidia.

6- Nunca recibes lo que esperas, ¡malditos intercambios!

¿Quién dijo que la Navidad se trata de cosas materiales? Es un momento perfecto para hacer cosas gratis: hay pista de hielo en el zócalo, Santas chafas y bonitos en la Alameda, puedes disfrutar riendo de lo kitsch que es la Navidad. Si odias los intercambios aprende a decir “no, gracias, yo no le entro”; así evitarás inconformidades.

7- Es imposible esquivar el ataque visual

Si vamos a hablar de esto, entonces odien las campañas políticas, eso sí es un ataque a tus ojitos. Y, además: contamina. La Navidad, por lo menos, tiene foquitos y cosas monas.

8- Dura meses

Ahí sí les damos la razón. Es horrible que desde Halloween todo esté repleto de esferas y demás parafernalia. Se supone que lo hacen para que no dejemos todo al último (obvio hablamos de compras); el problema es que ningún mexicano funciona de esa manera. Todos lo dejamos para el último momento.

9- Gastas mucha energía eléctrica innecesaria

Eso es un problemón, el mundo está llegando al límite con tanta contaminación y explotación de recursos naturales. Aunque, a decir verdad, esto no debería preocuparles sólo en Navidad, sino durante todo el año: ¿cuántos no dejan los cargadores de su celular conectados todo el día?, ¿cuántos se preocupan por apagar las luces que no usan en casa? En fin, hay mucha inconsciencia. Si esto cambiara, la Navidad no representaría un problema grave.

10- Hay más alcoholímetros

¡Qué bueno!, manejar borracho jamás ha sido una opción. PUNTO.

11- ¡Qué intensidad!, demasiado sentimentalismo

Denle chance a los que aprovechan esta fecha para decir: “te quiero”. Se vale adoptar una fecha al año para sacar todo lo que traemos dentro (y algunos no se atreven a confesar). No todo es falsedad. Si ustedes no son así, aléjense del tío abrazos y sonrían. Vida hay sólo una.