Generalmente, cuando se llora en un película, es al final. Up se las arregla para tenernos derramando lágrimas a los 15 minutos de haber empezado. Pixar se lanzó a nuevas fronteras cuando nos contó la historia de Carl, el anciano que busca cumplir una promesa fallida a su difunta esposa.

Al conocerse, Carl y Ellie se prometieron viajar a Sudamérica, pero nunca lo hicieron. Después de perderla, Carl se aventura hacia lo desconocido usando su propia casa como medio de transporte. Su meta se ve frustrada por varios obstáculos y su relación con Ellie le da la fuerza física y mental para no detenerse.