Por Jaime @_azrad

Del cine francés estamos acostumbrados a ritmos lentos, ideas extravagantes y un poco de surrealismo… pero no en una caricatura. Esta animación francesa está un tanto fumada, ¿o será que ya estamos muy acondicionados al estilo gringo?

Ambientada en la elegancia del París de 1910, esta cinta nos cuenta la historia de Fracoeur, un monstruo perseguido por las autoridades parisinas a toda costa, cuya voz maravilla a la atracción principal de un cabaret, Lucille, y que encuentra asilo en el mismo mientras ella buscará impulsar su carrera en la música.

Lo que se espera del cine de la Ciudad de las Luces está presente en Un monstruo en París (como en todo su cine nacional): La capital francesa es enaltecida en cada oportunidad. Tomas aéreas, cafés detallados al máximo y un ambiente intelectual se notan en cada cuadro mientras esta animación de buena calidad nos lleva a través de una historia dudosa pero por momentos entretenida.

No es casualidad que la mitad del mundo esté enamorado de París, pues el cine se ha encargado a lo largo de los años de presentarnos esta ciudad como el auge de todo lo bueno y artístico de la sociedad occidental. Pero la historia, a diferencia de París, luce tallada y desmenuzada hasta que perdió su esencia original.

La intención, claro, es estar del lado del “encantador” monstruo. Los niños no dudarán qué postura tomar una vez que se les presenten los personajes, pues los policías que persiguen a Francoeur son odiosos y torpes. Pero la gracia de la extraña criatura es nula; no tiene un solo diálogo además de sus números musicales y su apariencia no es, ¿cómo decirlo?, pues… linda.

Debemos aplaudir que producciones no gringas alcancen las salas nacionales y estamos abiertos a las propuestas que el cine internacional lanza al mundo, pero esta historia no cuaja del todo dentro ni fuera de la fórmula de aventura infantil –hollywoodense o no- y nos deja con ganas de entender un poquito más de los porqués de la historia…

Los niños calmados disfrutarán la película, los más moviditos probablemente estarán molestando a sus papás durante la proyección.