Por Eric Orlando Jiménez Rosas

Don Jon , escrita, dirigida y protagonizada por Joseph Gordon-Levit, parece haber concretado el anhelado sueño de muchos: ver a Scarlett Johansson mostrando de forma generosa toda esa sensualidad que anteriormente se había insinuado, pero que sabíamos podría ser contemplada con mayor amplitud. Para los que tuvieron este sueño, la película los premió por su paciencia, ya que en realidad vemos a una bellísima Scarlett, más sexy que nunca, en escenas sugerentes y con vestuarios y diálogos muy sensuales. Si alguien no quedó satisfecho con esto, tendrá que conformarse porque es difícil que esta bella mujer pueda o quiera brindar más en el futuro.

La película cuenta la historia de Jon Martello (Joseph Gordon-Levitt), un galán que a pesar de tener mucha facilidad para conquistar mujeres y llevarlas a la cama, tiene una acentuada afición por la pornografía. En una de sus salidas habituales con sus amigos, conoce a Barbara Sugarman (Scarlett Johansson), quien lo deja impactado, por lo que decide cortejarla de una forma más convencional. Barbara se siente atraída por Jon, pero le pide que lleven un noviazgo tradicional, sin tener relaciones sexuales durante un mes. Cuando finalmente llega el día, Jon, después de cumplir con su bella novia, se levanta para ver pornografía en su computadora. Bárbara lo cacha y amenaza con terminar. Con tal de retenerla, Jon le promete que jamás lo volverá a hacer.

El noviazgo parece ir bien, sin embargo, sin ser completamente consciente, Jon complace a Barbara con diversas demandas que ella le impone, las cuales tienen un trasfondo egoísta y la benefician más a ella que a él. Una de estas demandas consiste en que Jon asista a la universidad, con la finalidad de que logre obtener un mejor empleo. En la universidad conoce a una mujer madura, Esther (Julianne Moore), quien de forma pasivo-agresiva se acerca a él.

Cuando Barbara descubre que Jon nunca dejó de ver pornografía, decide terminar con él. En este punto, Jon comienza una relación más próxima con Esther, quien no sólo le muestra las implicaciones de su afición a la pornografía, sino también lo orienta en la forma de relacionarse con las mujeres.

Don Jon, es una comedia, ligera con cierto ingenio, aunque éste se pierde conforme avanza la película. Se intenta hacer de Jon un personaje interesante y complejo. Además de su interés por la pornografía, se muestran otras facetas, como si ira al conducir, sus creencias religiosas, o las relaciones complicadas y llenas de tensión con su familia. Aunque estos elementos le añaden cierta agudeza a la historia, el personaje de Jon, y los otros, terminan siendo muy convencionales: Jon, un don Juan con sentimientos aprendió su lección y finalmente se aleja de la rubia, buenota, arrogante y mala mujer joven, y se encariña con la sencilla, comprensiva y desdichada mujer madura.

La estrecha relación que llegan a tener Esther y Jon, tampoco está bien lograda. Pareciera que fue un producto apresurado para cerrar la historia. Es una película con poco alcance, cuyo principal atractivo es, quizá, el haber logrado reunir una misma película a la joven Johansson y a la madura Moore.

Si bien muchos estarán conformes con apreciar el sensual encanto de Scarlett Johansson, otros, incluyéndome, añoramos a aquella hermosa mujer, en pantaleta, más llenita, de Lost in Translation (Sofia Coppola, 2003). Hace diez años esa mujer, paseando en ropa interior dentro de una habitación, parecía lo más sexy del mundo. A mí aún me lo parece.