Por Eric Orlando Jiménez Rosas

Billy (Michael Douglas, 69 años), Paddy (Robert De Niro, 70 años), Archie (Morgan Freeman, 77 años) y Sam (Kevin Kline, 66 años) han sido mejores amigos desde su infancia. Con motivo de la boda de Billy con una joven a quien le dobla la edad, los cuatro longevos amigos emprenden un viaje a Las Vegas para celebrar la respectiva despedida de soltero.

En dicho lugar, no sólo se divierten, también superan añejas rencillas entre ellos, dejan atrás su amargura, reafirman su capacidad para valerse por ellos mismos, aceptan su evidente deterioro, y reafirman sus concepciones acerca del amor. Todo esto sucede mientras apuestan, se broncean, beben, apuestan y conocen a una encantadora mujer madura.

Lo que se puede esperar de Último Viaje a Las Vegas es una comedia sin mayores pretensiones, sin grandes aportaciones y con una trama bastante elemental y predecible. Hay algunos diálogos con cierto ingenio, principalmente cuando los veteranos actores hacen autoescarnio de su propia condición de ancianidad. Sin embargo, la película presenta una historia y dirección endeble.

Lo que se puede destacar es la presencia simultánea de cuatro grandes actores, quienes, a pesar del guión, brindan muy buenas interpretaciones, mostrando gran afinidad entre ellos y cierto encanto. Para quienes crecimos viéndolos en pantalla, hay cierta fascinación al observarlos juntos, frente a frente, en situaciones absurdas y con diálogos insulsos. Se aprecia cierta libertad, espontaneidad y frescura en su trabajo, lo que hace que la película se disfrute si se ve con ánimo de pasársela bien y sin ponerse muy exigente.