La acción de este filme, con el que Nuri Bilge Ceylan ganó el premio al mejor director en el Festival de Cannes de 2008, inicia cuando el automóvil conducido por un político arrolla a un hombre en una carretera rural. El responsable convence a su chofer de asumir la culpa y pagar una condena de seis meses en prisión. Sin embargo, la familia del protagonista sufrirá las consecuencias del engaño. La película, de una destacada fotografía, posee el humor seco, el gran manejo del ritmo narrativo y la aguda ironía moral que caracteriza la obra del cineasta turco más importante de la actualidad.