¿De qué va?:
"Escoge una vida, escoge un trabajo, escoge una carrera, escoge una familia" Las palabras con las que inicia esta adaptación de la novela de Irvine Welsh quedarán grabadas en la historia del cine. Un grupo de amigos heroinómanos prueba cualquier sustancia a su alcance mientras nos muestran el lado gris de Edimburgo, la desesperanza y falta de metas de la juventud de principios de los años noventa.

¿Por qué es tan buena?:
Porque aunque suene a cliché, esta cinta definió a una generación. Dentro de 50 años le contarás a tus nietos como la gente se escandalizaba con las aventuras de Sick Boy, Renton, Tommy, Spud y Begbie.
Trainspotting es para los noventa lo que Easy Rider es para los sesenta o Naranja Mecánica es para los setenta. Sintetiza como ninguna otra película el espíritu (nihilista, desesperanzado) de la juventud de la época. Renton (Ewan McGregor) el heroinómano más cool de la historia del cine. No sólo logra desintoxicarse; sino que alucina bebés y nada en aguas "poco convencionales" en el intento. Se lleva el botín, se lleva nuestros corazones.

La escena:
Uy, difícil… desde la escena inicial: la persecución en Edimburgo, el monólogo de "Choose a life", o las alucinantes secuencias del supositorio, el viaje de "Perfect Day"… o qué tal la escena del bebé. Uf.

La canción de la película:
¡Uff! Uno de los mejores soundtracks, no sólo de la carrera de Danny Boyle sino de los últimos 30 años. La pelea está entre Lust for life de Iggy Pop y Born Slippy de Underworld.