¿Por qué nos gusta? Por la propuesta de dirección que colocó a Danny Boyle en el mapa, y que retrata con una música excelente, la situación de un grupo de adictos a la heroína.

En una de sus primeras actuaciones, Ewan McGregor es un adicto en recuperación que no puede superar del todo su pasado, pues sus amigos planean convertirse en narcotraficantes y lo usan como soporte para hacer las transacciones.

¿Le creemos? Sí.

¿Por qué? Por las consecuencias que los personajes enfrentan por ser adictos, por la realidad que la cámara retrata y por la cruda agresividad que no diferencia entre protagónicos y personajes de reparto.