Filmada en su totalidad en los idílicos parajes de la Riviera Maya, Todo Incluido – All Inclusive es la historia de una familia chilena- mexicana que durante sus vacaciones se verá enfrentada a sus más íntimos miedos, conflictos y secretos. Ante la inminente llegada de una tormenta, cada uno de sus integrantes pasará por inesperadas situaciones que marcarán profundos cambios en sus vidas.

La verdadera tormenta de esta historia no será realmente el huracán, sino la confrontación personal de cada personaje hacía si mismo y hacia los demás:

Ochoa el padre con el secreto mortal, Serradilla con un un divorcio provocado por cambios en su persona (predecibles), Higareda como la rebelde-junkie que por dentro es un osito de peluche.

Los actores reflejarán el crecimiento de cada miembro de la familia, buscando la felicidad y el balance en su vida personal, el cual desentonará con las expectativas de los demás y de cada uno de ellos. Será un camino de descubrimiento que los llevará a encontrarse como familia y a entenderse como individuos complejos con necesidades emocionales.

Desafortunadamente, la cinta cae en clichés, en una relación bizarra entre México y Chile, así como un humor digno de las televisoras abiertas del país.