Por Héctor Cruz

Lamentablemente lo tenemos que decir. Ésta sí es otra película de superhéroes, con escenas de espectacular acción y batallas, pero también con un argumento plano, lineal, predecible, sin que el “Dios del Trueno” (Chris Hemsworth) pueda hacer algo para salvarlo.

Thor tiene encarcelado a su hermanastro Loki (Tom Hiddleston) en Asgard, ya que éste quería apoderarse del mundo. No podía faltar su amada Jane Foster (Natalie Portman), quien está lejos de la Tierra, quien ya tiene mucho tiempo sin saber de su amado hombre con todo y martillo, ya que éste ha preferido estar en Nueva York cuidando al mundo al lado de otros superhéroes.

Pero como el mal siempre está al acecho, aparecerá en escena Malekith, el señor de los elfos oscuros,cuyo propósito es precisamente poner al universo en una total tiniebla para apoderarse de él y que todo lo malo prevalezca. Malekith es un poderoso contrincante, que ni Odín (Anthony Hopkins), padre de Thor, puede con él.

Curiosamente no será Thor, como todos pensarían, quien se robe la cinta, sino Loki, ya que Hiddleston hace un gran papel en su personaje malvado, bipolar, carismático, y de no ser por él, la película sería más plana y sin chiste como manejar en un freeway norteamericano. La música se salva, refuerza los momentos de la trama y quizá sólo los amantes de los cómics y los superhéroes la disfrutarán de principio a fin.