Martin Scorsese llega a tiempo a la temporada de premios a pesar de los problemas con el montaje de “The Wolf of Wall Street”, un filme que, a falta de tres semanas para su estreno, ha cosechado los elogios de la crítica, especialmente por el trabajo de su protagonista, Leonardo DiCaprio.

“Es un proyecto muy importante para Leonardo”, dijo el mexicano Rodrigo Prieto, director de fotografía de la película. “Llevaba varios años queriendo levantar el proyecto -DiCaprio es uno de los productores de la cinta- y la colaboración entre él y Scorsese finalmente ha resultado extraordinaria”, añadió.

La cinta narra la historia de Jordan Belfort (DiCaprio), un ambicioso gestor de bolsa que pasó casi dos años en una prisión federal por delitos de manipulación de valores bursátiles en la década de 1990, tras unos años en los que vivió de forma frenética.

Actor y director vuelven a unir sus destinos tras haber trabajando juntos en “Gangs of New York” (2002), “The Aviator” (2004), “The Departed” (2006) y “Shutter Island” (2010).

“Es una película perfecta para Scorsese”, sostuvo Prieto. “DiCaprio y él trabajan como una gran mancuerna creativa. Leonardo tenía un punto de vista muy concreto sobre su personaje y sobre la película que Scorsese tomaba mucho en cuenta”.

La cinta vio retrasado su estreno del 15 de noviembre previsto inicialmente hasta el día de Navidad para que Scorsese y su habitual socia en tareas de montaje, Thelma Schoonmaker, recortaran el metraje de la cinta, especialmente escenas de sexo y drogas, para ser calificada como “R” (los menores de 17 años no pueden acceder al cine sin sus padres).

Aún así, “The Wolf of Wall Street” dura 179 minutos y es la película más larga en la filmografía del cineasta, lo cual no ha impedido que los académicos hayan tomado buena nota de ella en vistas a los Óscar.