Por Miguel Rivera

Quitemosalgo de en medio, soy fanático de J.J. Abrams, su uso del misterio y suanalogía de la caja eternamente cerrada (cuyo contenido es de posibilidadesinfinitas justamente porque no sabemos qué existe adentro), me parecen, a faltade una mejor palabra, sublimes. Ahora, Súper 8 por el otro lado, no alcanza lasexpectativas, (¿por qué J.J., por qué?). El también creador de Lost empiezafuerte, nos da planos mágicos y de repente, se cae.

La historia va así: Joe Lamb (Joel Courtney) es un chico de secundaria que haperdido a su madre, su consuelo: ser el maquillista/sonidista/especialista enefectos especiales en películas de zombies filmadas con una cámara de cinta deocho milímetros. Charles (Riley Griffiths), chiquillo regordete y con maladisposición es el cerebro detrás de cada producción, un director autoglorificado. El resto del crew, para acabar pronto, son tres amigos cuyaslíneas e intervenciones son tan molestas como la voz cambiante de un niño de 12años.

Temprano en la película se nos muestran dos sucesos catalizadores de lahistoria, el primero: Joe conoce a Alice (Elle Fanning), segundo, a la mitad dela filmación de una escena nuestros héroes presencian el descarrilamiento de untren causado por un loco (o genio) en camioneta que le da al ferrocarril unencontronazo del cual sale, digamos, mal librado. Ahora, teniendo en mente que es una película de J.J. (StarTrek, Misión Imposible III) uno pensaría que de estas dos la importante esel caótico accidente, pero uno estaría equivocado. Como en la mayoría de las películasde misterio que incluyen una relación amorosa, la chica lo es todo.

Sí, el choque de tren acarrea un misterio que parecería interesante hasta quenos damos cuenta que resulta en un alienígena oculto de la sociedad por elgobierno estadounidense cuyo objetivo es regresar a casa, pero, como no lodejan, pues a matar humanos se ha dicho. Tomas en las que no vemos de lleno ala criatura cumplen con el objetivo de hacer volar tu imaginación pero laconclusión del mismo se siente como una caída de 5 000 metros al mágico reinode "esto lo he visto antes en algún lado."

Ahora, regresando a la Srta. Fanning, Abrams siempre ha dicho que Tiburón no setrata de una bestia marina devorando gente, sino de la masculinidad de unhombre y la relación con su hijo, E.T. no es de un extraterrestre, sino quehabla del divorcio y un joven que trata de convertirse en hombre. Aún Lost, alfinal, se trató de la espiritualidad de los seres humanos y como nuestras relaciones personales son loque nos trae paz, no de una isla que desaparece y viaja en el tiempo. Así, fiela su filosofía cursi y sentimental (lo cual no le resta validez) Súper 8termina siendo la historia de un niño y su primer amor. Las explosiones, navesalienígenas y fuegos artificiales, pura escenografía.