Por Alejandro Aleman

El mejor chiste de esta película

sucedió

fuera de ella, en aquel evento de promoción donde Salma Hayek gritaba

histérica frente a la prensa (en su perfecto inglés, claro) "sobady

du somtin´" al ver supuestamente una enorme serpiente que se acercaba

al lugar donde fueron las entrevistas.

Fuera de eso no hay nada, absolutamente

nada de esta cinta que pueda ser catalogado siquiera como medianamente

gracioso.

La trama (es un decir): Un grupo de

amigos que en los setenta eran parte del equipo de basquetbol de la

escuela, se reúnen 30 años después para asistir al funeral de su

entrenador. Obviamente todo ha cambiado, la mayoría está casado y

con hijos, mismos que no entienden el mundo más allá de los videojuegos

y los mensajes de celular; no así sus padres que juntos se reúnen

para recordar viejas glorias.

Todo este pintoresco grupo de viejos

amigos, esposas e hijos, pasaráunos días en la cabaña de campo

de uno de ellos, disfrutando de "hilarantes momentos de comedia gringa".

Puaj.

Se supone que esta película sería

buena idea porque reúne a muchas de las figuras más exitosas de la

comedia noventera, desde Adam Sandler, pasando por Chris Rock, Kevin James,

David Spade y Rob Schneider. Y probablemente los gringos la encuentren

algo graciosa, pero de este lado del río, todas las situaciones

planteadas

resultan de plano sosas y aburridas.

Se trata pues de la clásica comedia

de Adam Sandler con casi dos horas de chistes escatológicos sobre pedos,

chichis y nalgas. Incluso por ahí se cuela al principio un chiste algo

ofensivo sobre México (¡y en tu cara Salma!).

Le damos una estrella nomás porque

creo que no se puede dar cero estrellas, pero ya estamos trabajando

en ello.