Por Josue Corro

En los 80

existió el cine de John Hughes y su romance naive y adolescente: Sixteen Candles a Breakfast Club. Durante los 90, las historias de amor fueron

melancólicas e iracundas: Singles a Reality Bites. En los 2000… las

películas generacionales se han vuelto un mito, un extracto que no define las

relaciones, ni identifican a los que han despertado sentimentalmente en esta

década. Tal vez, se podrían tomar como referencias Eterno resplandor… o (500)

Days of Summer. Ahora, Scott Pilgrim

(así, a secas, no con el maratónico y ridículo título en español), reúne

elementos que engloban la adoración post-moderna por lo geek, lo indie, así como una

subcultura vintage donde las consolas de videojuegos y cómics son status de

culto, y no de vergüenza. Bienvenidos al amor en tiempos de los mensajes de

texto.

Esta cinta de

Edgar Wright y basada en la novel gráfica de Bryan Lee O’ Malley, es una mezcla

corrosiva de películas de kung fu, videojuegos noventeros, Seinfeld y viñetas salidas de cómics (al tocar el timbre se ve en

la pantalla un "Ding Dong" en Comic Sans. O alguna tipografía parecida). Pero

la esencia de Scott Pilgrim va más

allá de estos detalles -que es mejor que conozcas de antemano, porque rompen

con la narrativa acostumbrada en las cintas comerciales-: es una historia de

amor plagada de analogías.

La trama como se puede inferir es protagonizada por Scott, un veintañero apático, sin futuro, sin dinero… un adolescente que simplemente fluye con los acordes de su banda de indie-punk donde él es el bajista. Sin embargo, el Sr. Pilgrim posee un encanto devastador (que sí se refleja en la novela gráfica y no en la persona de Michael Cera. Miren que yo soy defensor de este actor, pero este papel no le quedaba y creo que su casting es el mayor error del film). Tal vez es su mirada de cachorro perdido, su falta de coordinación social o su cabello sin forma, pero ha logrado conquistar a una chica de 17 años Knives Chau. Su "noviazgo", es patético y casual. Tan irrelevante que Scott sueña a diario con una mujer que no conoce, que nunca ha visto pero que ronda en patines por su subconciente.

Hasta que un día la conoce.

Su nombre: Ramona Flowers, una americana recién llegada a Toronto y cuya personalidad se puede ver reflejada en la inestabilidad que no sólo rigen sus decisiones sentimentales, también en el color de su cabello (cualquiero parecido con Clementine de Eterno Resplandor… es mera coincidencia). Aunque ella "está fuera de su liga", su soledad la orilla a los

brazos de Scott. Ella es la mujer de su sueños, y él… no tiene un título que lo pueda definir.

Aquí empiezan el buffete de analogías, porque su relación no será fácil: Scott tendrá que luchar (derrotar)

a sus 7 ex novios malignos, en peleas irreales y cargadas con súper poderes

como si fueran extractos de Mortal Kombat. Las batallas son coreográficas y bien realizadas, y al decir esto, significa que son demasiado surreales, porque Pilgrim no debe eliminar a golpes a estos 7 exes, debe aniquilar a los recuerdos y residuos de amores trágicos en la vida de Ramona, para que ella pueda sentirse segura a su lado. Scott pelea a ciegas, la tarea no sólo puede ser suya. Ambos tiene que aprender a madurar y confrontar sus fantasmas: ella al último hombre de su vida. Él a la adultez

De hecho la obra de O’ Malley (y que Wright

adapta sutilmente) lidia con la madurez emocional de los personajes que

circundan la vida del protagonista (desde su hermana entrometida, a su roomie gay), y quienes tratan de aconsejarlo mientras sus propias existencias son un collage de indesiciones. Cada uno de los involucrados en el film se refleja en Scott porque a diferencia de ellos, él sólo tiene una preocupación básica: ser feliz con la mujer de sus sueños.

Además de este ambiente clásico de las películas del género coming-of-age; el mayor mérito del film, es la forma con la cual nos identificamos con esta historia de amor: en algún momento de nuestra vida todos hemos sido un ex

novio maligno, un Scott empedernido o Ramona confundida. Y aquí recae la trascendencia de la cinta: esta

generación, ya tiene su héroe perdedor, quien al menos intentó luchar por

alguien, en una época donde la comunicación ya no se hace cara a cara, sino con

una @ de por medio.

Y acá la lista con el SOUNDTRACK

01 SEX BOB-OMB (Beck): "We Are SEX BOB-OMB"

02 Plumtree: "Scott Pilgrim"

03 Frank Black: "I Heard Ramona Sing"

04 Beachwood Sparks: "By Your Side"

05 Black Lips: "O Katrina!"

06 Crash and the Boys (Broken Social Scene): "I’m So Sad, So Very, Very Sad"

07 Crash and the Boys (Broken Social Scene): "We Hate You Please Die"

08 SEX BOB-OMB (Beck): "Garbage Truck"

09 T. Rex: "Teenage Dream"

10 The Bluetones: "Sleazy Bed Track"

11 Blood Red Shoes: "It’s Getting Boring by the Sea"

12 Metric: "Black Sheep"

13 SEX BOB-OMB (Beck): "Threshold"

14 Broken Social Scene: "Anthems for a Seventeen-Year-Old Girl"

15 The Rolling Stones: "Under My Thumb"

16 Beck: "Ramona (Acoustic)"

17 Beck: "Ramona"

18 SEX BOB-OMB (Beck): "Summertime"

19 Brian LeBarton: "Threshold 8 Bit"