Segunda adaptación cinematográfica de un original literario de B. Traven a manos de Roberto Gavaldón, en la cual se narran las vicisitudes de un campesino veracruzano asediado por varias compañías petroleras norteamericanas, las que desean los terrenos de su rancho a como dé lugar. En su momento, el argumento de esta historia, ubicada en los años previos a la Expropiación Petrolera de 1938, fue considerado demasiado agresivo para los Estados Unidos, postergando su estreno hasta 1972.