¿Aburridos y deprimidos de ver cómo todo el mundo disfruta en la playa en lo queda de las vacaciones mientras ustedes están ahí chapoteando en su alberca inflable en el patio de la casa, jugando canasta con la tía y la abuela o tomando el sol y la contaminación en la azotea de la unidad con la vecina ñoña?

No se diga más chilangos, fuera depresión, es momento de ver cine, mucho cine para salir a carretera a los más alocados destinos como objetivo sin siquiera moverse del sofá. Acá les van algunas recomendaciones para viajar mejor que con LSD.

1) Easy Rider. 1969

Para todos los amantes de las motocicletas y el mundo hippie, éste es el clásico de clásicos de las roadmovies. Dennis Hopper y Peter Fonda recorren las carreteras de Estados Unidos en sus Harley Davidson, al ritmo de Jimmi Hendrix y los Birds, con la mítica melodía Born to be Wild de fondo, en un manifiesto acerca de la libertad, la lucha antibélica y todo lo establecido. Durante el viaje conocerán personajes y sitios que reflejan la forma de vivir y pensar en los sesenta. Melenas al viento, drogas, sexo, rock and roll, crítica social, un filme políticamente incorrecto aclamado por la crítica y el público.

2) Cuenta conmigo. 1986

Otro clásico para quienes crecimos en los 80. Cuenta conmigo es una de las mejores roadmovies que nos habla de la fuerza de la amistad así como del difícil tránsito de la niñez a la adolescencia. Adaptada de un relato de Stephen King, la película se centra en un grupo de amigos de doce años que emprenden un viaje en la búsqueda de un cadáver de un niño desaparecido con la finalidad de hacerse famosos. Lo que comienza como un inocente juego se convertirá en un viaje peligroso lleno de obstáculos y aventuras que los obligará a emprender también un viaje interno hacia la madurez.

3) Las locas vacaciones de Chevy Chase. 1983-1997

Cómo olvidar la serie de películas del comediante Chevy Chase encarnando al padre ñoño y aventurero, Clark Griswold, que buscaba para su familia los más extravagantes destinos con hilarantes resultados, sobre todo por su torpeza y los obstáculos del camino. La saga comenzó en 1983 con Las vacaciones de una chiflada familia americana, donde los Griswold viajan al parque de diversiones Walley World, una tierra prometida que nunca llega pues las complicaciones en el camino se suceden una tras otra cuando deben llevar a una pasajera inesperada, la tía Edna, el dinero escasea y una mujer quiere seducir a Clark. No contentos con todos los problemas que enfrentaron en esta primera entrega la familia vuelve a viajar ahora a Europa en 1985 pues ganaron un tour para recorrer el viejo continente, sin embargo, más que unas vacaciones serán una pesadilla. Después llegarían dos secuelas más igualmente divertidas, ¡Socorro! Ya es Navidad (1987) y Vacaciones en Las Vegas (1997).

4) Little Miss Sunshine. 2006

Una entrañable película indie que refrescó el género de las roadmovies con su enorme ternura para narrar una historia acerca de una niña que sueña con competir en un concurso de belleza. La niña, que no cumple con los cánones de belleza y perfección impuestos por la sociedad (es gordita y lleva lentes), tiene una familia disfuncional, que a pesar de sus diferencias, baja condición económica, depresión y adicciones la acompañará en un viaje rumbo a su más grande sueño. A bordo de una combi vieja y amarilla recorrerán juntos más de 700 kilómetros hacia el sitio del concurso. En el camino aprenderán a conocer sus fortalezas y debilidades en un viaje interno que les hará crecer como familia. Destaca el talento de la debutante Abigail Breslin que ilumina la pantalla con su talento e inocencia.

5) En el camino. 2012

Basado en la novela de la generación beat por excelencia que se ha convertido con el paso del tiempo en una obra de culto, Walter Salles, llevó a la pantalla en 2012 el libro de Jack Kerouac, En el camino, con buenos resultados. El filme nos transporta a la vida vertiginosa llena de excesos y locuras de un par de escritores hipsters en la década de los cuarenta, Sal Paradise y Neal Cassady, que a bordo de Cadillacs y viejos Dodges, prestados o robados, recorrieron medio continente en un viaje alucinante de drogas, orgías, angustia, soledad y depresión desde Nueva York, Nueva Orleans, pasando por México, San Francisco, Chicago. Una mirada a personajes solitarios y atormentados que buscan sentirse vivos en una sociedad autómata y conservadora. Filme que todo hipster que se digne de serlo debe ver.

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