Por Carlos Arias

Arizona, 1882. Estamos en el lejano Oeste. El ganadero de ovejas Albert (Seth MacFarlane) es humillado cuando debe enfrentarse en un duelo con un brutal vaquero. Como resultado su novia Louise (Amanda Seyfried) lo abandona para buscar consuelo con el “bigotero” del pueblo (Neil Patrick Harris). Todo parece que se va a quedar así hasta que que llega la guapa y peligrosa Anna (Charlize Theron), la esposa del pistolero más temible de la región, Clinch (Liam Neeson). Ella está harta de su matrimonio y ayudará a Albert para que convierta en un experto tirador, capaz de enfrentar a Clinch cuando éste llegue a asolar el pueblo.

La película es Pueblo chico, pistola grande (A million ways to die in the west, 2014), dirigida y protagonizada por el comediante Seth MacFarlane, quien lleva al western el mismo humor de Ted (2012) o de la comedia de TV Family Guy, ambas creaciones suyas.

Esta es su primer protagónico como actor, aunque parece haberse quedado a medio camino en el plan de crear un personaje de comedia con rasgos propios. Solamente existe una regla que vale cuando se trata de una comedia: que haga reír, no importa cómo. Y esta es una de las fallas de esta película, no hace reír, o al menos no tanto como lo pretenden sus numerosos chistes.

La historia es una parodia de los filmes del Oeste… en una época en que ya no se hacen filmes del Oeste. Es poco probable que funcione una comedia de este tipo cuando el género del western es pura nostalgia y sus supuestos narrativos están totalmente fuera de época.

Entre esos supuestos narrativos se encuentra justamente la anécdota, la del hombre pacífico que se ve obligado a tomar las pistolas para defender a su familia, su honor o sus propiedades, y que debe aguardar la llegada del pistolero con quien tiene una cita al mediodía en la calle principal del pueblo.

El resultado es que la parodia no funciona y la película termina convirtiéndose en un pretexto para el humor escatológico, el tipo de chistes que se ven a diario en Internet y que no estarían mal si solo pudieran conseguir su objetivo humorístico.

El chiste de doble sentido del título en Español, que no tiene nada que ver con la historia, ofrece justamente una muestra de que la película no avanza en una dirección definida y que trata de echar mano de lo que sea para resultar cómica. Sin embargo, gran parte del humor está en los diálogos, y en chistes “políticamente incorrectos” que ya hemos visto antes en otras películas y que involucran semen, gases intestinales o lo que sea que resulte gracioso de nombrar en público.

Seth McFarlane es una de las figuras de la comedia por TV, creador de la serie Family Guy, que ahora hace su debut como actor en la pantalla grande, después de haber dirigido Ted (2012), donde hizo la voz del osito de peluche del título. Esta vez escribe, produce, actúa y dirige, aunque en un género de comedia donde por ahora se queda muy atrás de otros maestros como Jim Carrey o Ben Stiller.