Por Jaime Azrad @_azrad

Después de más de treinta años, Ridley Scott regresa a la saga que dio vida en 1979 y, con recursos casi ilimitados, nos cuenta el origen deAlien. EnPrometeo, Scott no presenta un viaje de ciencia ficción que no parece tener ataduras, pues se permite a sí mismo una historia que no tiene miedo de llevar a sus personajes a situaciones extremas, y esto se agradece.

La cinta cuenta cómo un grupo de científicos y magnates comerciales emprende un viaje a un planeta muy lejano (llegar les toma más de dos años) para descubrir el origen de la raza humana. Los científicos están convencidos de que las respuestas de nuestra existencia radican allí, mientras que los magnates buscan beneficio propio a partir de ello.

El caso es que, con un guión construido de forma tal que la tensión jamás desaparece, Prometeo nos lleva como espectadores a través de dudas e historias incompletas hacia un elaborado final que se logra conjugar con lo que ya conocemos de la famosa saga de terror. Y construye personajes complejos de todo tipo.

Los más interesantes están en el lado oscuro, son los que tienen intenciones retorcidas y que manipulan a los demás de acuerdo a su conveniencia. De estos podemos destacar dos interpretaciones: Michael Fassbender da vida a un robot de manera bastante convincente, su expresión casi nula inspira un miedo curioso en nosotros y logra un rápido convencimiento de su situación. Por otro lado, tenemos a Charlize Theron, quien regresa en esta temporada con un personaje bastante introspectivo, temeroso de los agentes externos que amenazan con quitarle el control de su vida y dispuesta a todo por mantenerse con vida dentro de la burbuja que la protege.

Del lado bueno tenemos personajes más estereotipados: los científicos en busca del conocimiento que intentan mimetizar su investigación con la fe de la que no se pueden despojar. Su credibilidad no es tan alta cuando los vemos en cueros y vemos músculos tan definidos que, por asociación libre, ligamos con modelos más que con académicos.

Pero en fin, el director de Gladiador (2000) demuestra que sabe hacer de las suyas con una trama interesante, efectos de primera y mucha (en serio, mucha) tensión que no permite descansar. Pero esta cinta sólo se siente como una introducción a una evidente secuela que se dará en los próximos años. Prometeo se limita a definir las motivaciones de los personajes para entregarnos las respuestas, en su segunda parte,a las muchas preguntas que deja inconclusas.

Habrá que esperar… por lo pronto, recomendable para los amantes de la ciencia ficción y demás público que busca buen entretenimiento. Los fanáticos de Alien no estarán decepcionados.