Seth MacFarfane siempre se ha caracterizado por dividir opiniones. Su trabajo como anfitrión del Oscar fue aplaudido por unos, abucheado por otros; su serie “Family Guy” es para algunos incluso mejor que “Los Simpson” o peor que “El Chavo Animado” para otros; su película “Ted” es la mejor comedia del 2012 para unos, lo peor que le ha pasado al cine desde “Cañitas”, para otros. Pero esta vez la crítica está unida en una sola opinión sobre su nueva serie de comedia “Dads”: es simple y sencillamente terrible.

Protagonizada por Seth Green y Giovanni Ribisi, “Dads” nos encierra en la vida de dos hombres maduros con su propia empresa de videojuegos, quienes de pronto descubren que tienen que empezar a compartir sus casas con sus papás. No mamá y papá, sólo papás hombres.

Los papás son de lo peor. Uno besa en la boca cada que quiere saludar, el otro tiene algo contra los chinos y los gays, ninguno de los dos es capaz de pagar una cuenta.

A pesar de ser muy bueno creando a los peores padres de familia de la televisión (Peter Griffin y Stan Smith son la prueba) Seth MacFarlane parece haber perdido el camino al momento de trabajar con hombres de carne y hueso. Sus “Dads” simplemente se sienten exagerados, poco orgánicos y una copia a calca el uno del otro. No porque el de Seth use playeras en lugar de sacos de tweed como el de Giovanni vayan a creer que los personajes son distintos. En el fondo son exactamente el mismo.

Las “bromas” que salen de sus bocas caen demasiado pesadas como para podernos reír de ellas. Entendemos cuando en la comedia los anti-valores de un personaje son su arma de parodia. Karen Walker lo hizo excelente en “Will & Grace” y Steven Hyde está en su punto en “That 70’s Show”, pero los nuevos antihéroes de MacFarlane simplemente caen mal y no los queremos ver en la siguiente escena.

Lo más rescatable de la sitcom son los dos personajes principales. Seth Green ha ido puliendo su comedia desde esas primeras películas de ‘Austin Powers’, y ahora podemos decir que simplemente verlo hacer gestos es suficiente para llenar un par de minutos de una serie que no nos ofrece más. Giovanni Ribisi no está enfrascado en papeles chistosos, pero igual aporta momentos de ternura que podemos llegar a valorar.

Lo usualmente políticamente incorrecto de las bromas de Seth MacFarlane se transforma en“Dads” en momentos incómodos de racismo y forzados intentos de farsa hacia los lugares comunes de ciertas minorías.

No sabemos en qué estaba pensando FOX cuando dio luz verde para grabar este piloto, pero estamos seguros de que para el capítulo 3 ya se estarán arrepintiendo. El mejor consejo que les podemos dar es: si la encuentran en televisión, sigan cambiando de canal. Nos duele, Seth, pero tu serie no pasó la prueba.