O sea, ¿cómo?
El concepto original de la cinta era
novedoso para su época: un grupo de mujeres que hablaba sin pudor sobre
sus
problemas y aventuras sexuales; pero después se volvió una vil novela.

¿Por qué esto nos hace odiarla?
Porque al menos hay una gran mentira en el
título "Sex & The City". Al principio de la serie todo giraba en
torno al
sexo, incluso había de repente alguno que otro desnudo que nosotros los
hombres
agradecíamos. Pero cuando se les acabaron las ideas a los guionistas
todo fue
una vil novela del canal dos: que si el novio, que si me engaña, que si
ya me
embaracé, que si ya no siento lo mismo al hacerlo contigo… ¡caray!,
era como
una canción de Lupita D’Alessio hecha imágenes. ¡El horror!