Por Oswaldo Betancourt Lozano @rockswaldo

Los Bowense muda a una nueva casa que está habitada por espíritus enojados que se ensaña con la más pequeña.Para recuperarla, la familia recurre a un departamento de investigación paranormal y a un especialista en lo oculto (quien también tiene un reality show de casa embrujadas). La premisa no cambia, únicamente se hicieron ajustes para darle un contexto actual.

No vayas con la idea de ver una película extremadamente terrorífica, en México le dieron clasificación B, esto significa que es apta para mayores de 12 años (la original era B15, tampoco era tan fuerte); por eso son pocos, pero efectivos, los sustos que te van a meter.

Entre las situaciones más tétricas serás testigo de ruidos raros, naturaleza agresiva, la presencia de juguetes viejos, un laberinto oscuro de entes enojados o, una de las mejores partes, la escena donde el papá toma un trago y lo escupe en el lavabo.

Dentro de todo lo temible, hay lugar para situaciones cómicas, pero no te espantes, tampoco se convierte en una comedia, son sólo un par de momentos que hacen más llevadera la historia.

Si algo se debe aplaudir de esta entrega es que visualmente hablando cumple, supieron aprovechar esta herramienta para vestir mejor la historia y tenían la obligación de cumplir en este terreno, pues la película de 1982 estuvo nominada al Oscar por sus efectos visuales.

Es un remake digno, no opaca a la cinta dirigida por Tobe Hooper. Es una versión actualizada que aprovecha, sin abusar, los aparatos con la que contamos hoy en día (pantallas, celulares, un drone), elementos que en un futuro seguramente quedarán relegados por los avances tecnológicos.