Por Alejandro Alemán

Al

debate de si el 3D sirve de algo en el cine, le hacía falta la llegada

de una película tan de mal gusto como Piraña 3D. Hace mucho no veía una

película tan tonta, ridícula, gratuita y mal escrita que a la vez

resulta increíblemente divertida.

Se

trata de un homenaje a las cintas B de los años 70, un remake de la

clásica Piraña de Roger Corman con varios guiños al clásico del terror

acuático: Tiburón.

La

película no tiene decencia alguna, prepárense para un festín de sangre,

gritos, desmembramientos, desnudos frontales, acción lésbica, y senos,

muchos pechos femeninos al desnudo, ¡Y en 3D!

En

el lago Victoria, los chicos están listos para la diversión de

springbreak, será un verano de "cerveza, música y tetas" como bien dice

el pornógrafo local Jerry O’Connell (parodia de Joe Francis, el creador

de la serie Girls Gone Wild).

Pero las cosas se saldrán de control cuando un maremoto libere a varias

pirañas asesinas que no se detendrán por nada, igual se comerán una

pierna, un brazo, o un suculento silicón femenino.

El

cast es de ensueño. Elizabeth Shue (uff, Daniel San… eres un idiota por

dejar ir a esta mujer) es la siempre profesional Sheriff del lugar, su

hijo Jake (Steven R. McQueen, de The Vampire Diaries) anda tras los

huesitos de Kelly (Jessica Szohr, de Gossip Girl) quienes terminaran a

merced de las pirañas. Para ayudar a la guapa Sheriff está Ving Rhames

como el jefe de policía y Christopher Loyd como (obvio) el científico

loco que descubrirá el origen de las pirañas asesinas. ¡AH! Y no se

pierdan a Eli Roth como animador de playa organizando el concurso se

camisetas mojadas.

En

una de las escenas más descerebradas de la película, un par de chicas,

completamente desnudas, nadan y se acarician en el fondo del mar, cual

sirenas salidas del sueño húmedo de cualquier adolescente de 17 años.

Vamos, éste es el mejor uso que le han dado al 3D en una película.

Piraña

3D es una completa basura, pero nunca algo tan malo fue tan

espectacularmente divertido. La película no busca la calidad por ningún

lado (hasta el CGI se ve chafa) y justamente por ello es tan

culposamente divertida. Hay cintas que luchan por ser de 5 estrellas,

Piraña 3D busca afanosamente tener sólo 2, y aquí, con mucho gusto se

las otorgamos.