Beto es cuidador de una casa en la Ciudad de México, vacía desde hace bastante tiempo. Cuando se entera de que el predio ha sido vendido, se enfrenta a un gran dilema: atreverse a salir o buscar la manera de permanecer en su confinamiento, aunque esto signifique acabar con la confianza depositada en él desde hace años. Basado en una historia real, este filme de Enrique Rivero parte de una estética minimalista para retratar una soledad que para muchos podría considerarse asfixiante, y para otros, un refugio que no se encuentra en el mundo exterior.