Lucía Carreras hace su debut cómo directora de cine con su ópera prima Nos vemos, papá (México, 2011), un drama psicológico que aborda entre otros temas el complejo de Electra a través del personaje de Pili (Cecilia Suárez), una mujer que tras la pérdida de su padre construye un mundo imaginario en el que convive de manera idílica con él.

Tras su primer largometraje y la escritura de varios guiones –entre ellos el de la película Año bisiesto, que recibió la Cámara de Oro del Festival de Cine de Cannes en 2010–, la novel cineasta se prepara para su próximo largometraje Tamara y la Catarina.

Tuvimos la oportunidad de hablar con la realizadora y con Cecilia Suárez y Moisés Arizmendi, previo al estreno oficial de la película en México. Esto fue lo que nos dijeron:

Lucía, ¿cómo defines tu película?

LC: Es una historia muy íntima. La veo como un drama contemporáneo que explora la irracionalidad, que habla del amor, la pérdida y la soledad. Es una historia que deja abierta la puerta a considerar los límites de la psique, que de alguna manera obliga al espectador a preguntarse si el mundo racional sería el idóneo para ser feliz. La cinta aborda desde una perspectiva actual el complejo de Electra, un tema que ha sido poco tratado en la cinematografía mexicana y latinoamericana, aquí afrontado de manera sutil y delicada.

Y ustedes (Cecilia y Moisés), ¿qué los motivó a tomar sus respectivos personajes?

CS: El guión, la estructura que planteaba, el reto que representaba el personaje, los temas que aborda, además del equipo del que se conformó. Es una historia interesante, intimista, que me atrajo bastante desde la primera lectura. Mi personaje roza los límites de la locura. Era crear un personaje complejo.

MA: En mi caso fue lo mismo, el guión siempre será la carta de presentación de un proyecto. El entusiasmo que te genera es la principal motivación. Sientes esa química sobre todo cuando sabes que le puedes poner algo de ti. Las cosas que te enamoran vienen después cuando te enteras de quién dirige, qué reparto tiene, etc. En este caso es un personaje que no me hubiera perdido por nada.

¿Cómo nace la historia?

LC: Es difícil explicar de dónde nace la historia completa. Se te viene una idea y la conectas con otras que van saliendo. Entonces la historia de esta mujer que dedica su vida a su padre, lo que pasa cuando el padre se muere, te va llevando a la exploración misma dentro de la ficción. Lo que sí tenía claro cuando arranqué a escribirla fue que lo importante para mí era hablar de esta mujer y el padre como un ser imaginario en su vida. En el camino se fueron moviendo cosas hacia cierto lado.

También te has involucrado en proyectos que tocan temas ambiciosos y atrevidos para el público mexicano, por ejemplo Año bisiesto, y ahora abordas de manera sutil el complejo de Electra. En adelante, ¿qué historias te interesa contar?

LC: Me interesa trabajar las historias que tengo a la mano. Desarrollar los temas con los que estoy jugando en mis guiones y en mis proyectos. Cada proyecto lleva un riesgo. No hay proyecto cinematográfico que no conlleve riesgos en este país. Sé que tengo líneas de interés en términos de narrativa, estética, de dirección de actores, temáticas, pero no todas mis películas van hacer con temáticas como las de Año Bisiesto o Nos vemos papá.

Hay cierto estigma para las películas mexicanas que se exhiben en festivales. Se cree que muchos sólo se quedan ahí y no llegan a salas de cine. Afortunadamente la tuya ya pasó ese filtro. ¿Cuáles son tus expectativas en taquilla con esta cinta?

LC: Mis expectativas son que la gente vaya a verla. Que se mantenga en cartelera. El hecho de que la gente vaya la primera semana ayuda a que la película se mantenga en exhibición y como sale con tan pocas copias facilita que pueda moverse hacia otros lados de la República. Pienso que más allá de los intereses económicos que una cinta pueda tener para los productores o para los distribuidores, a mí como directora lo que me interesa es que la gente la vea, que el público entre en diálogo con el filme que se den un rato para apreciar Nos vemos papá.

Lucía, ¿qué significa para ti la exhibición de tu película en cartelera?

LC: Este trabajo significa todo. La posibilidad de darte paso en la industria del cine, de mostrar tu trabajo al público, de conocer mucha gente en el plano creativo. El lunes en la alfombra roja y la premiere dije que esa proyección era para mí como un parto, un hijo, a final de cuentas una película para un director es como un hijo.

Ahora que ven en la pantalla el filme ¿se sienten satisfechos con el resultado?

LC: Sí, estoy muy satisfecha. Esta película es 100% lo que yo quería hacer, lo que quería contar. El trabajo de los actores de todo el equipo fue lo que yo había visualizado. En el camino tomé muchas decisiones creativas, que ahora veo fueron las acertadas. A final de cuentas, el arte es imperfecto.

CS: Es satisfactorio ver tu trabajo, sobre todo porque me interesa construir personajes que me exijan más internamente, que alcancen una honestidad infalible.

MA: Me emociona ser parte de una película como ésta. Lo hermoso de la cinta es ese sentimiento que cruza los límites de la realidad. La evolución que van teniendo los personajes tanto de Pili como los que la rodean.

Cecilia, dada tu larga experiencia tanto en cine como en televisión, ¿qué tan arriesgado o venturoso es para ti trabajar con directores noveles?

CS: En el caso de Lucía su guión desde el principio me pareció inteligente. Pero en general a mí me gusta mucho trabajar con directores que están haciendo su ópera prima. Pienso que hay mucha frescura, bastante entusiasmo que va cambiando conforme los realizadores mantienen esa continuidad en el cine. Cuando el director hace su primer largo es un momento muy especial, y trabajar con ellos en esos instantes es algo que te hermana. Confío mucho en los cineastas jóvenes. Hay un riesgo siempre al filmar, hacer una película es una moneda al aire, pero no creo que tenga que ver con un director experimentado o uno joven, tiene más que ver la claridad del director sobre lo que quiere contar.

Cecilia y Moisés: ¿entre los proyectos en los que participan (cine y televisión), en qué medio se sienten más cómodos?

CS: Son metodologías de trabajo algo parecidas, las series son un híbrido entre la tele y el cine y tienen temáticas que son muy ricas. Pero el cine te da más tiempo, es más pausado, más tiempos para ensayo que el ritmo de la tele que es mucho más vertiginoso. No podría escoger un lugar específico. Fuera de eso la verdad es que disfruto mucho trabajar en todos y eso también es parte del gozo de lo que hacemos.

MA: Yo he tenido menos oportunidad de hacer cosas para la televisión, afortunadamente he entrado más por el lado de las series que de las telenovelas. En realidad lo más provechoso es tener tiempo para filmar porque te da tiempo de hacer las cosas mejor. Pero entre series y cine, los dos me gustan.

Nos vemos, papá se estrena este 18 de enero, tras su exitoso paso por diversos festivales como el de Huelva, España o el de Kerala en la India.