–PorOswaldoBetancourt L.@rockswaldo

Es curioso que en los últimos tres años hayan salido tres películas de ciencia ficción en el espacio y que todas hayan sido buenas; y aunque The Martiantiene elementos en común con ellas – comparte al personaje solitario deGravity (2013) y parte del elenco de Interestelar (2014) -, se para por sí sola.

La historia es más compleja de lo que parece por todas las variables: durante una misión tripulada a Marte, la tripulación de Ares 3abandona Mark Watney porque piensan que murió durante una tormenta que los obliga a escapar del planeta rojo. Sorprendentemente el astronauta sigue con vida y debeimprovisar con los escasos recursos que tiene a la mano para sobrevivir.

El guion, basado en la novela deAndy Weir, fue responsabilidad deDrew Goddard, quien adaptó anteriormente Guerra Mundial Z, así como varios capítulos de Lost, ese antecedente explicala dosis elevada de intriga, tensión, desesperación e incluso esperanza.

Actuaciones más que decentes, con pequeñas raciones de humor – pese a la situación –de Matt Damon, Jessica Chastein,Jeff Daniels, Michael Peña, Kate Mara, Kristen Wiig y los demás.

Ridley Scott fue la opción perfecta para dirigir este argumento, sobre todo si tomamos en cuenta sus antecedentes en este campo: Alien, Blade Runner, Prometheus, el británicoha demostrado una y otra vez que las historias siderales son parte de sus cartas fuertes. Entre los recursos visuales del director tenemos una especie de videobitácora que el protagonista empleo para llevar registro de su trabajo.

Una de las partes que aligeran todo es la música. El soundtrack estárepleto decanciones disco que, obviamente, están relacionadas con lo que está sucediendo en pantalla. “Hot Stuff” deDonna Summer, “Turn the Beat Around (Love to Hear Percussion)” de Vicki Sue Robinson y “Starman” de David Bowie (supongo que “Life On Mars?” hubiera sido demasiado) son algunos de los temas.

Veredicto: Es una película laaaaarga (141 minutos), pero es bastante fluída y se te va rápido. Scott cumplió con las expectativas.