A Miloš Forman le debemos verdaderas obras maestras.

El director checo Miloš Forman murió ayer, viernes 13 de abril, a los 86 años. «Murió tranquilo, rodeado de sus familiares y amigos cercanos», explicó su viuda. Auto-exiliado de Checoslovaquia debido a presiones del gobierno soviético –su película ¡Al fuego, bomberos! resultó incómoda para el régimen comunista pues se trataba de una sátira a la burocracia y la corrupción–, llegó a Hollywood a finales de los años 60. Desde entonces se dedicó a crear películas que, además de conectar con el gran público, planteaban siempre una crítica.

«Forman se mantuvo al otro lado del poder. Contestatario, desmitificador, inconoclasta –escribió Guillermo del Toro–. Nunca hizo en realidad una película por encargo, o que no sintiera en su mente o en su ética como algo personal. Más allá de sus taquillazos, creo que debemos fijarnos en ese legado de fidelidad a unos principios, y a una apuesta por su humanidad»

Y es cierto. A Forman le debemos una serie de películas subversivas y de culto. Grandes obras maestras que vale la pena volver a ver.

Atrapado sin salida (Someone fly over the cuckoo’s nest, 1975)

Este es el mejor ejemplo de por qué el cine de Miloš Forman es uno de los más queridos de Hollywood. Protagonizada por Jack Nicholson, narra la historia de un grupo de enfermos psiquiátricos que se amotinan contra las enfermeras del manicomio. La película está basada en la novela homónima de Ken Kesey, un activista hippie que defendió durante años el uso recreativo del LSD y que vivió en carne propia los efectos de los choques elécticos. Se trata de una gran fábula en defensa de la libertad.

Amadeus (1984)

Una de sus cintas más celebradas: con alrededor de 40 premios, incluyendo ocho Oscar, Forman se consagró como un director de primera línea. La lucha artística y la mortalidad es el tema de esta cinta, narrada a través de la relación de dos gigantes de la música: Wolfang Amadeus Mozart y Antonio Salieri que, en su lecho de muerte y después de un intento de suicidio, recuerda la antigua rivalidad entre ambos músicos.

El lunático (Man on the Moon, 1999)

Esta cinta resume toda la personalidad rebelde de Forman. Aborda la vida y obra de Andy Kauffman, uno de los cómicos más extraños de la historia reciente de Estados Unidos. Jim Carrey, en una de sus interpretaciones más memorables, logró encarnar a Kaufman con tanta cercanía que incluso hay un documental de Netflix sobre todo aquel proceso.

Los fantasmas de Goya (2006)

Otra película de corto histórico y también una de las más ambiciosas de Forman. Aborda la vida de uno de los pintores más emblemáticos de la historia de Europa, Francisco de Goya, durante la inquisición y la invación de Napoleón a España. Con una interpretación memorable de Javier Bardem, como inquisidor y amante de Inés (Natalie Portman), una mujer acusada de herejía.

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Hair (1979)

Drogas, amor libre y la Guerra de Vietnam, ¿te suena? Estrenada cuatro años después del fin de la Guerra de Vietnam, Miloš Forman aprovecha para crear una reflexión respecto a toda la situación social y política de Estados Unidos a través de Claude Bukowski (John Savage), un joven que está a punto de alistarse al ejército cuando conoce a un grupo de hippies en Nueva York que le obliga a replatearse toda su visión del mundo.

El escándalo de Larry Flint (The People vs Larry Flint, 1996) 

Con Woody Harrelson, Courtney Love y Edward Norton como protagonistas, esta película es una de las reflexionas más potentes del director en torno a la comedia y la libertad sexual. Narra la historia de Larry Flint, un empresario que comenzó a abrir clubes de streaptease en Estados Unidos para después fundar la revista Hustler y crear un imperio de pornografía en el país, lo cual lo vuelve blanco de atentados y eternas disputas legales.