Un radiante, estimulante y finalmente desgarrador testimonio al legado musical sin igual de Michael Jackson.
Cuando Sony y AEG anunciaron en agosto que se asociarían para presentar una película que mostraría los preparativos finales para la gira de Michael Jackson en Londres, los cínicos pensaban que se trataría sencillamente de un vistazo macabro de los últimos días desesperados antes de su partida inesperada. Sin embargo sus más fuertes críticos seguirán el ritmo de la música con sus pies mientras mueven la cabeza de un lado a otro y quizás hasta lleguen a dar palmadas durante This Is It, un alegre testimonio al legado musical sin igual de Michael Jackson.
De hecho, la única revelación que surge de This Is It es lo alerto y comprometido que estuvo Jackson durante todo el período de los ensayos. Ágil y lúcido, ejecuta cada uno de sus movimientos de danza que todos conocemos con la confianza y precisión de un artista de la mitad de su edad, y ni siquiera muestra señales de los efectos nocivos de su supuesta adicción a los calmantes y otros medicamentos.
El director Kenny Ortega sabiamente mantiene toda la atención sobre la música e interpretaciones de Jackson para crear un vivo retrato de la escala y grandeza del espectáculo que él y Jackson preparaban y que sería presentado durante un año entero en el O2 Arena de Londres. La cámara se cuida de medir bien su distancia del legendario artista ofreciendo sólo unos cuantos momentos sinceros y cercanos con Jackson cuando él hace unos cambios a un arreglo musical, da algunas instrucciones a sus acompañantes musicales o crea la coreografía para algún baile. Si bien algunos bailarines, músicos y miembros del equipo de esta gira fueron entrevistados Jackson no fue uno de los entrevistados.
En ningún momento de la película se hace referencia alguna a la muerte de Jackson. Todas las entrevistas fueron grabadas antes de que Jackson se fuese de este mundo y casi todas sólo sirven para llenar los espacios entre cada una de las espectaculares interpretaciones de Wanna Be Startin Somethin, Beat It, Billie Jean y muchos otros de los clásicos del repertorio de éxitos de la serie platino de Jackson. Hay solamente un pequeño momento en que la acción pierde vigor durante todo el documental: hacia el final de la tercera parte de la película cuando Jackson interpreta algunos de sus piezas más recientes y menos exitosas y da a conocer (por voz en off) su amor por la naturaleza y sus preocupaciones ambientales.
Pese a todo el vigor juvenil que Jackson transmite durante toda la duración de This Is It, resulta a veces difícil ignorar su figura desolada y extremadamente delgada, sobre todo durante su interpretación de The Way You Make Me Feel, acompañado por una bailarina — también bastante flaca – de una estatura que empequeñece el tamaño de Jackson. Al ver la energía que expende para su trabajo artístico no podemos dejar de preguntarnos si esta figura ligera de cincuenta años aguantaría un año completo de actuaciones.
Pese a los breves momentos en la película donde Jackson deja traslucir sus excentricidades como artista, como cuando da instrucciones incomprensibles al cortés pero igualmente confundido supervisor musical, cuando lamenta el terrible daño hecho a su oído con la interpretación de I Want You Back y cuando agradece el apoyo de su equipo lanzándose en un largo monologo al final de los ensayos. Pero son precisamente estos detalles que refuerzan la impresión de que por muchos que fuesen las dificultades que Jackson atravesaba en su vida fuera de escenario, una vez que pisaba el escenario Michael ejercía pleno control de sus facultades mostrándose dueño del escenario.
Y por ello la realidad de su trágica vida personal es aún más desgarradora.