El punto de vista es el de una mujer de unos cuarenta años, Margherita, una directora de cine políticamente comprometida, que se está separando de Vittorio, actor, con el que tiene una hija adolescente, Livia.

Su hermano decide dejar el trabajo para dedicarse completamente a su madre, gravemente enferma en el hospital. La película es un análisis sobre el papel dramático que una enfermedad tiene en las dinámicas de familia y sobre la crisis que estos cambios comportan.