Por Javier Pérez @JavPeMar

La virtud de una película como Mi villano favorito 2 (que acáen México tiene el problema de que el título ya no le queda) no está en su originalidad ni en su dinamismo. Está en su capacidad para refrendar la forma como engancha al espectador: con humor y con cierto encanto. Sus personajes ahora se enfrentan a sus sentimientos, pero éstos ya no son meramente filiales. Surgen los romances, hay corazones rotos y hasta una boda.

Pero en medio, un poco de intriga, toques de acción, más dosis de humor y hasta desilusión. Gru (con la voz en español de Andrés Bustamente, volviéndose recurrente en el verano animado mexicano pues también es la voz de Mike Wazowsky en Monster University) ha dejado atrás las épocas de villanía y quiere sacar adelante un negocio de mermeladas, cuyas fórmulas trabaja el Dr. Nefario de manera desastrosa… hasta que decide renunciar porque le han ofrecido otra oportunidad de seguir en el mundo del mal.

Gru, en tanto, es reclutado (de una manera no muy amigable pero sí muy divertida) por la Liga Antivillanos para que, encubierto, ayude a descubrir quién está detrás del robo de un químico, prólogo que repite la estructura del primer filme, que transforma a quien lo bebe en una criatura monstruosa (algo así como lo que convertía al Dr. Jeckill en Mr. Hyde).

Dirigida por Pierre Coffin y Chris Renaud, en Mi villano favorito 2 los minions, esa criaturas amarillas que arman borlotes y se la pasan riendo y trabajando en lo que Gru les pide, vuelven a robar cámara. E incluso adquieren mayor relevancia en la trama cuando El Macho, un villano mexicano que tiene su restaurante en el mismo mall en el que a Gru le dan una tienda de pastelillos para que torpemente haga sus pesquisas auxiliado por la agente Lucy, los mete en sus planes de conquistar el mundo. Las niñas, las hijas adoptivas de Gru, han perdido protagonismo pero funcionan como enlaces y le dan ese aire de paternalismo a Gru.

Al final, lo que comienza como la clásica pareja dispareja se transforma en romance, la lucha contra El Macho pone a Gru en una situación límite y los minions inundan la pantalla de morado. Los comentarios sobre la familia, o más bien sobre la nuevas estructuras familiares, permean todo la película. El 3D se consolida como herramienta para la profundidad de campo.