¿Pero qué hay de Valiente? En esta película la princesa es Mérida, una vivaz pelirroja que está decidida a llevar las riendas de su vida, sin importar el costo. Su padre es su mejor amigo y su madre quiere inculcarle los valores del viejo Disney, pero ella se niega a casarse con el príncipe que resulte merecedor de su mano.

Mérida pelea por ganar su propia mano, ironizando el hecho de que no le pertenezca, y no descansará hasta encontrar la forma de lograrlo.

Por otro lado, no hay un príncipe ideal. No es que Mérida lo aspire, pero la cinta no presenta ni un solo hombre que pueda resultarle atractivo o inteligente. De hecho, todos (en serio, sin falta, todos) los hombres de la película son retratados como tontos, como animales que sólo siguen sus instintos, una especie de Homero Simpson a la Disney que resulta, a final de cuentas, insignificante para los sucesos de la trama.

Según Disney, entonces, el verdadero conflicto generacional existe entre las madres y sus hijas, mientras que el padre ha aprendido a dejar más libre a su hija y respetar, e incluso apoyar, su decisión de no casarse.

¿Ustedes qué opinan?