Por Oswaldo Betancourt L.

En Magia a la luz de luna no tenemos al Woody Allen intenso de Blue Jasmine, es algo más cercano a la cara divertida detrás de Medianoche en París y, como en esta película, dejó volar su imaginación para contarnos una historia con unos toques de fantasía.

La historia se desarrolla en la Costa Azul de francesa durante los años 20. Stanley (Colin Firth) es un mago famoso, sin embargo, fuera del escenario es un hombre cuadrado que se rige por la razón y la lógica; características por las que un amigo le pidedesenmascarar a una jovenmédium llamada Sophie(Emma Stone), quien pondrá a prueba el arraigado raciocinio de su contraparte.

Allen vuelve a utilizar un elenco pomposo, aunque no tan atascado como en otras ocasiones. Firth y Stone tienen buena química en la pantalla, sus personajes son opuestos y cada uno es simpático a su manera.

El director nos tiene acostumbrados a una comedia fina e inteligentesin caer nunca en lo estirado, y ésta no es la excepción pese a que el humor se mueve dentro de un mundo de lujos que, por cierto, en ningún momento se vuelve odioso. Para lograr esto, el también guionista se vale de diálogos ricos ante los que uno simplemente cede.

El final es complaciente, pero la historiadifícilmente podría terminar de otra manera.

Veredicto:Recomendable. Entre tanto cine chatarra no cae mal darle algo más decente al ojo de vez en cuando.