En la secuela del la cinta de animación familiar, el malvado mago Gargamel vuelve a la labor de atrapar a los Pitufos aunque sea lo último que haga. En esta ocasión creará un par de criaturas revoltosas, una copia de los seres azules a quienes ha llamado Los Malotes, seres con los que espera aprovecharse de la mágica esencia de los Pitufos. El problema es que sólo uno auténtico puede ayudarlo a lograr su objetivo; además, Pitufina guarda un secreto que puede ayudarlo, por lo que la secuestra. Gargamel huye a Paris hasta donde deberán trasladarse Papa Pitufo, Vanidoso, Torpe y Gruñón.