Por Jaime Azrad @_azrad

La Segunda Guerra Mundial aún tiene historias por contar. Cineastas e historiadores siguen clavados con descubrir y contarnos relatos sobre los límites de la humanidad y, con su investigación, historias impresionantes han salido a la luz.

Una de ellas toma lugar en el París de 1942, donde alrededor de 65 mil judíos fueron concentrados en Drancy, un campamento, antes de ser enviados a su muerte en Auschwitz. Películas sobre el Holocausto hay muchas, de este suceso sólo existen dos.

La Rafle du Vélodrome d’Hiver fue llevado a la pantalla grande con La llave de Sarah (2010) y ahora es el turno de Los niños de la esperanza. Esta cinta usa testimonios del suceso para contar la historia de las familias Weisman y Traube, que fueron arrestadas para ser llevadas a Drancy, en donde con nada de agua, poca comida y muchas enfermedades las condiciones los deshumanizaron.

Annette Monod, una enfermera protestante, se voluntariza para ayudar a un doctor judío a tratar a las familias, y cuando éstas son transportadas, Annette los sigue. Entre la búsqueda del sentido a la vida y las limitadas oportunidades de escapar, los cuestionamientos salen a flote para no encontrar respuesta.

Armada con mucho cuidado, la cinta se centra en las interpretaciones de los menores, los niños de las familias que buscan, a su forma, la manera de continuar con vida sin entender del todo qué está pasando. Enfocándose en las preguntas de los pequeños, su narrativa nos lleva de la mano, como a un niño, en las tragedias que, aunque sea de espectadores, tampoco logramos entender.

Sin saber qué es el humo que sale de los crematorios, los niños describen el olor como el de un pastel, demostrando la inocencia que será corrompida con los sucesos que están por vivir. El trato cruel, la tragedia y la muerte son retratadas para contar la historia de quienes no sobrevivieron para compartirla, pero sobre todo, para demostrar que la naturaleza humana no contempla si quiera la posibilidad de los sucesos que destruyeron a éstas y millones de familias más.