Por Carlos Arias

Regresa la heroína adolescente del siglo XXII en una nueva aventura, para enfrentarse a un grupo de asesinos despiadados, armada solamente con su inteligencia, su buen corazón y su arco y flechas.Se trata de a esperada segunda parte de la serie Juegos del Hambre, que llega con el subtítulo En Llamas (The Hunger Games: Catching Fire, 2013).

La historia trae de regreso al personaje de Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence), junto con su compañero de aventuras Peeta (Josh Hutcherson) y sus consejeros Haymitch y Cinna (Woody Harrelson y Lenny Kravitz); el primero experto en las lides guerreras y el segundo en el no menos riesgoso mundo “fashion”.

La “chica en llamas” deberá enfrentarse nuevamente a un juego mortal, después de que saliera victoriosa en el desafío del año pasado junto a Peeta. Esta vez ambos son obligados participar en una guerra entre 24 combatientes de todos los distritos de Panem, sólo que ahora será entre los ganadores de las diversas ediciones y mientra se gesta una rebelión contra la tiranía.

Decir que esta película es una “continuación” de la historia anterior es rigurosamente cierto, pues se trata de una prolongación de la primera aventura, con los mismos personajes, los mismos actores, situaciones similares y una trama casi perfectamente igual. Todo es tan similar que a veces parece que estamos ante un “remake” de la anterior, en lugar de una segunda parte.

El argumento es conocido para quienes vieron la primera parte y para los seguidores de la serie creada por la novelista Suzanne Collins.En un mundo post apocalíptico, lo que antes fue Norteamérica está ahora dominado por la tiranía de Panem, un Estado central que gobierna con la combinación entre represión, terror y espectáculo televisivo. Cada año Panem reclama un tributo de dos adolescentes entre los 12 y los 18 años, quienes deberán luchar a muerte entre sí en una especie de “reality show” que funciona a la vez como escape a la rebeldía de los pueblos sojuzgados y como espectáculo de modernos gladiadores televisivos transmitido en directo al estilo de Gran Hermano.

En Juegos del hambre: En llamas, la historia comienza allí donde quedó la anterior. Katniss y Peeta, como los ganadores del año anterior, realizan una gira por los 12 distritos para promover los nuevos juegos, por órdenes del Presidente Snow (Donald Sutherland).

Al mismo tiempo se empieza a gestar una rebelión que podría poner en riesgo al poder central ya la vez encumbrar a Katniss y Peeta como líderes contra el Presidente.Se trata de una aventura con los mismos elementos de acción y emotividad que han cautivado al público adolescente en todo el mundo. El único “pero” que se le puede poner es que la película utiliza un esquema argumental tan similar a la anterior que se pierde el factor sorpresa y el suspenso que tenía la primera.

Desde que se lanza el inicio con la “cosecha” en la que se reclutan los combatientes, el viaje en tren a Capitolio, la presentación ante el maestro de ceremonias (Stanley Tucci), el entrenamiento con armas mortales y finalmente el combate entre los “tributos” por la supervivencia. Los mismos “capítulos” y en el mismo orden que la historia anterior.

Con todo, se trata de una película que, al igual que la primera, funciona como entretenimiento de primera línea. El reparto está pensado para entusiasmar a la vez los adolescentes y a los papás que los acompañen, en una mezcla de elementos que aseguran favor del espectador: reality show, rebeldía adolescente, una estética de videojuego, “serial” televisiva, ficción futurista, combates a muerte y amores juveniles.