Por Alejandro Alemán

Primero una confesión: no he leído

ninguno de los libros de este nuevo bestseller

conocido como "La Trilogía Milennium"; así como tampoco leí Harry

Potter, Twilight, El Código da Vinci y demás éxitos editoriales convertidos

en cine.

Sin embargo, la historia que rodea

a esta nueva trilogía la hace interesantes incluso antes de empezar

a leerla.

El autor y también periodista, Stieg

Larsson, falleció antes de ver publicado alguno de sus escritos. Esto

ha derivado en una batalla legal entre su compañera (que no esposa)

de toda la vida, Eva Gabrielsson, contra el padre y el hermano de Larsson

quienes bajo las leyes suecas serían los únicos herederos de la fortuna

y los derechos que han dejado los libros.

Pero quizálo que más distinga

a esta obra de otros éxitos editoriales llevados a cine, es el público

que la está leyendo. Sin ir más lejos, el propio Mario Vargas Llosa

ha declarado que se volvió lector de esta saga "con la felicidad

y la excitación febril con que de niño y adolescente leí la serie

de Dumas o las novelas de Dickens y de Victor Hugo […] Repito sin

ninguna vergüenza: [es] fantástica". No recuerdo que alguna figura

de la literatura mundial se expresara en esos términos de, digamos,

Harry Potter… o de Twilight.

Antes que la maquinaria Hollywodense

se enterara incluso de la existencia de los libros, el productor sueco

Søren Stærmose, decide llevar al cine este éxito editorial bajo un

lema muy claro: hacer de este bestseller un blockbuster.

La primera de esas cintas Los hombres

que no amaban a las mujeres (traducción por demás estúpida

del título original en sueco Los hombres que odiaban a las mujeres),

llega a México luego de ser un éxito de taquilla no sólo en Suecia

sino incluso en Estados Unidos, donde con apenas 200 copias logró

recaudar más de 9 millones de dólares, cifra extraordinaria para una

película no hablada en inglés.

La cinta narra la historia de Lisbeth

Salander (Noomi Rapace), una joven introvertida, llena de tatuajes y

piercings, que presta sus servicios de hacker a diferentes empresas.

Su última misión es investigar al periodista Mikael Blomkvist (Michael

Nyqvist), quien a su vez va tras la pista de la desaparición y posible

asesinato de la joven Harriet Vanger, ocurrida 36 años atrás.

Estamos frente a un thriller entretenido,

inquietante, que no se deja intimidar por las escenas -por demás brutales-

de violencia sexual extrema que están contenidas en el texto original

y que se reproducen en la cinta con audacia y sin pudor. Estas escenas

revelan a una Suecia que dista mucho del lugar paradisiaco y tranquilo

que el cliché nos ha hecho imaginar; datos oficiales revelan que el

46% de las mujeres suecas han sido víctimas de violencia.

Pero más alláde la denuncia,

esta es una cinta donde los personajes resultan más interesantes que

la trama. Noomi Rapace, en el papel de Lisbeth Salander se muestra intensa,

profesional y entregada al halo de misterio que el personaje requiere:

estamos ante la construcción de una nuevo tipo de heroína, digna de

estos tiempos.

Hollywood ya comprólos derechos

para hacer el remake de esta trilogía bajo la dirección de David Fincher.

Pocas veces se nos da la oportunidad de ver las versiones originales

antes de que pasen por el filtro de Hollywood; bien valdría la pena

ver esta cinta tan sólo para corroborar si David Fincher tendrá la

valentía necesaria para hacer un remake que no suavice esta violenta

historia de hombres que odian a las mujeres.