Adaptada del bestseller del mismo nombre, Los Hombres Que No Amaban a Las Mujeres nos muestra al periodista Mikael Blomkvist (Michael Nyqvist), quien cae en desgracia cuando pierde una demanda por difamación y es sentenciado a tres meses de cárcel. Antes de empezar su condena es contactado por el millonario Henrik Unger quien le pide su ayuda para resolver el asesinato de su sobrina hace 40 años. Al mismo tiempo, Lisbeth Salander (Noomi Rapace), una joven y extraña hacker le seguirá la pista a Blomkvist primero por lucro, luego por curiosidad, hasta que los dos unan sus fuerzas para desenmarañar un misterio involucrando asesinos en serie, Nazis y un consorcio transnacional.

Este sería un thriller bastante genérico si no fuera por el personaje de Lisbeth Salander. Con su cara llena de piercings y atuendos de cuero negro, es fascinante observarla en contraste con el entorno blanquecino de Suecia. Para nada una experta en artes marciales o un seductor objeto sexual, Lisbeth se distingue entre la creciente galería de heroínas de indumentaria goth (Matrix, Underworld) al ser un verdadero ser humano. 

Por Juan Carlos Escalante