Este fin de semana se estrena Las Horas Muertas, una cinta del mexicano Aarón Fernández (Partes Usadas, 2007) que retrata de manera introspectiva la vida de dos personas en un desolado lugar.
Esta película ha recorrido de manera exitosa distintos festivales, de hecho ya obtuvoel premio a Mejor Contribución Artística en el 26 Tokio International Film Festival. Adriana Paz, la protagonista, se alzó con el premio a Mejor Actriz de Largometraje en el pasado Festival Internacional de Cine de Morelia.Entrevistamos al director y esto nos contó.

¿Qué es para ti el tiempo?

El título remite a esos momentos en los que el tiempo se dilata y todo parece suspendido. Ese ambiente sensorial envuelve toda la película y forma parte de la propia estructura narrativa.
Es una película que cuenta una historia sencilla y entrañable con grandes personajes y en la que busqué trabajar mucho los ambientes y sensaciones. El “tiempo muerto” al que se refiere el título no es el tiempo del aburrimiento sino que es tanto el tiempo de la ensoñación como el tiempo del deseo y la sensualidad. Es ese tiempo en el que uno se deja llevar por sus sensaciones y fantasías.

¿Cómo diste con ese motel, que parece perfecto para todo lo que planteas?

La idea de la película surge cuando estaba viajando por la región de la Costa Esmeralda, Veracruz, y me di cuenta de que había varios motelitos frente al mar que parecían parados en el tiempo. El contraste, entre la idea que uno se puede hacer de un motel que generalmente son lugares oscuros y de mala fama, y la realidad melancólica de esos moteles frente a la playa me pareció sorprendente. Inmediatamente surgió la idea del personaje de Sebastián. Luego, durante el proceso de escritura del guión, para mí era muy importante encontrar la locación real, donde iría a suceder la mayoría de la película y tenía que ser absolutamente en la Costa Esmeralda.
La película no podría haber sucedido en otro lugar ya que es el propio lugar que estimuló la idea de la historia. Buscando en la zona dimos con ese Motel, que existe y funciona como tal y a partir de ahí me inspiré mucho de lo que observé, de su funcionamiento, su entorno, los personajes que transitan por ahí y todo eso lo integramos de forma muy natural.

Y Sebastián es toda una revelación como actor, ¿no? ¿qué piensas de él y de su actuación?

Kristyan Ferrer (Sebastián en la película) es un gran actor, muy intuitivo pero al mismo tiempo muy disciplinado. Es su primer papel protagónico y también en primero en donde lo vemos hacer un trabajo totalmente diferente al que venía haciendo anteriormente. Es un trabajo mucho más sutil y en detalle. El trabajo en el set con los actores fue muy agradable, siempre intenté ser lo más claro y directo posible y siempre busqué que tuvieran una actuación introspectiva, sin cortar la emoción ni la espontaneidad. Un equilibrio entre naturalidad y lirismo que siempre intento mantener. Kristyan entendió muy bien eso y lo hizo a la perfección. Aprendió mucho a controlar sus miradas y darles mucha expresividad.
La relación de Sebastián y Miranda, ¿crees que pudiera escandalizar, es todavía un tabú?
No creo que se vaya a crear ningún escándalo, primero porque no es nada novedoso y además no jugamos la carta del morbo ni nada por el estilo al contrario. La relación se instala desde el principio como algo muy natural, los dos personajes sienten una gran curiosidad el uno por el otro, esa curiosidad abre el terreno para la amistad y finalmente para el deseo. Además creo que la sociedad mexicana ya es lo suficientemente madura para entender que ese tipo de relaciones suceden y que pueden ser mostradas sin ningún prejuicio.
La película ha sido muy bien recibida en festivales, incluso ha obtenido algunos reconocimientos, ¿qué nos puedes decir de esto?
Tanto en México como en el extranjero la recepción siempre ha sido muy entusiasta y unánime. En general en el extranjero están muy agradecidos de que se muestren personajes reales y entrañables y que se trate de un tema sencillo y sensual sin caer en la trampa de la violencia.
La película tiene un cierto compromiso con el público a través de una narración sencilla que se puede seguir sin ninguna dificultad. Al mismo tiempo es una película que exige una cierta participación y atención del espectador. Es una película que juega mucho con las situaciones abiertas, en las que se sugiere más que se impone, y en donde el público puede participar con su propio imaginario y ensoñación.
Yo espero que la gente se deje seducir por esta historia llena de sensualidad y con personajes entrañables.
¿Y qué viene para Aarón Fernández en el cine, después de Las Horas Muertas?
Tengo dos proyectos nuevos de películas de largometraje, uno está en escritura y otro en etapa de financiamiento y espero poder filmarlo a finales de 2014.
De Las Horas Muertas, espero que el publico sienta una gran curiosidad por verla, que se dejen seducir por ese ambiente placido y tranquilo que transmite la película y por la belleza de las imágenes y de los paisajes.