En una florería de barrio bajo, Seymour Krelboin, un torpe empleado, consigue crear una nueva especie de planta, a la que bautiza con el nombre de la mujer que ama en secreto. Sin embargo, el vegetal, además de voz propia, tiene un voraz apetito de carne humana. Disparatada comedia de horror, de bajo presupuesto y filmada en sólo dos días, La tiendita de los horrores inspiró a los compositores Alan Menken y Howard Ashman para la creación de un musical, entre el rock y el Rhythm & Blues, basado en el filme de Corman