¿De qué va?
¿Habrá alguna mujer con más
balls que Sigourney Weaver? Ha combatido Aliens, rescatado gorilas en la
niebla, atrapado asesinos seriales (Copycat) y aguantado los embates amorosos
de Bill Murray (Ghostbusters). Con Polanski enfrentó al peor de los monstruos:
el hombre mismo.

¿Por qué es fregona?
En Death and The Maiden,
Paulina Escobar (Weaver) es una activista que está convencida que un invitado
que ha traído su esposo a casa es el hombre que la torturó durante sus años de
activismo. En primera instancia huye sin que su esposo o el invitado se den
cuenta, pero se trata de una película de Polaski, por lo que Paulina regresa y
mientras el hombre duerme, lo ata de pies y manos para interrogarlo y exigirle
(pistola en mano) que confiese sus crímenes. ¿Es realmente este hombre un
torturador, o Paulina está simplemente loca y traumada por la experiencia?

El momento más Polanski
de la peli:

¿Bromean?, ¡Toda la cinta es
un gran momento Polanski!, desde el inicio cuando la pareja se va a dormir con
la promesa de mejores tiempos (ilusos, eso no pasa en el cine de Polanski), la
llegada del misterioso huésped (Ben Kingsley, quien no por haber interpretado a
Gandhi en la famosa biopic deja de ser un completo badass), el brutal
interrogatorio, o la confesión de Paulina cuando le narra a su marido las
torturas y las vejaciones que sufrió en la cárcel. Sólo alguien con la sangre
fría de Polanski podría haber dirigido esta cinta.